Javier Calderón (Plaza Río 2): "El sector de la Seguridad tendría que coordinarse aún más con las FCSE"

El Centro Comercial Plaza Río 2 está cerca de cumplir cuatro años de vida. ¿Con qué instalaciones cuenta y cuál es el volumen de visitas que recibe?

Contamos aproximadamente con unos 160 locales en cerca de 45.000 metros cuadrados edificados. Recibimos una media de visitas anual de unos 10 millones de personas, quitando el año que hemos pasado con la pandemia, que por desgracia nos ha hecho bastante daño a todo el sector.

Además, tenemos unos 1.200 empleados en todo el centro comercial, incluyendo las contratas que trabajan directamente para el centro, empleados, transportistas, etc.
Asimismo, cabe destacar nuestra ubicación, en pleno Madrid Río. Tenemos una vida social impresionante, con lo cual estamos muy contentos con la evolución que lleva el centro.

¿Cómo se estructura el Departamento de Seguridad del Plaza Río 2 y de quién depende organizacionalmente?

El Departamento de Seguridad del Plaza Río 2 depende directamente de la figura del director de Seguridad, que es quien gestiona todo el tema relativo a esta materia.

El Departamento, como es lógico, está compuesto por un equipo de vigilantes. Dentro de él se encuentra la figura del jefe de equipo, que se encarga del servicio físico. Tenemos un centro de control, gestionado durante las 24 horas por el personal de seguridad, que es el centro crítico del servicio.

El jefe de equipo gestiona el equipo y, después, cada uno asume una responsabilidad dentro del Departamento. Para ello se ha realizado una serie de atribuciones con el objetivo de que no estén cargados de trabajo, y cada uno lleva una parte del Departamento: burocracia, sistemas, equipos, personal…

«La ciberseguridad es uno de nuestros retos. Por suerte o por desgracia, los ‘buenos’ siempre vamos un paso por detrás de los ‘malos'»

¿Cuáles son las amenazas y preocupaciones más importantes a las que se exponen los centros comerciales en términos de seguridad y sus principales políticas y medidas en esta materia?

La mayor preocupación es siempre la persona. Todos nuestros esfuerzos y trabajo se enfocan siempre a que tanto empleados como clientes se encuentren seguros, cómodos y que su estancia sea lo más agradable posible.

Por eso enfocamos nuestro trabajo en la prevención. Estamos muy comprometidos con el tema de las emergencias, por ejemplo. Realizamos simulacros de evacuación general y de confinamiento por posibles amenazas externas, como las que hemos vivido no hace mucho tiempo, como el terrorismo, así como por las amenazas típicas de cualquier centro comercial, como el pequeño hurto.

¿Con qué soluciones tecnológicas de seguridad cuenta el Plaza Río 2? ¿Qué medidas adicionales ha implementado su centro comercial para hacer frente al coronavirus?

Al ser nuestro centro muy nuevo, los sistemas implementados están a la última en tecnología. Tenemos un centro de control y un número importante de cámaras, fijas y domos. De hecho, todas las cámaras tienen analítica de vídeo y una calidad impresionante, con lo cual se facilita muchísimo el trabajo de seguimiento e incidencias.

Porque no nos debemos olvidar de que el centro, en horario de apertura, es un centro abierto. Es decir, cualquiera puede entrar y salir por donde quiera. Pero una vez que el centro comercial se cierra, pasa a ser o debería pasar a ser un centro hermético. Por tanto, hemos de cambiar de forma radical de un nivel de movimiento libre de la gente a una seguridad prácticamente inexistente desde el punto de vista del libre movimiento. Debemos tener esta doble visión de lo que es la seguridad del centro comercial.

Además, contamos con otras tecnologías. Disponemos de un sistema de integración, donde tenemos todo integrado: la intrusión, el CCTV y el sistema contra incendios.

Por otro lado, respecto al COVID, aparte de las medidas implantadas por las autoridades sanitarias, lo primero que hicimos fue reforzar el personal. Durante la pandemia albergábamos en una misma planta actividades esenciales, como era el Alcampo, la farmacia y la tienda animal. Debíamos tener, por consiguiente, dos accesos abiertos, con una movilidad de entrada y salida alternativa.

También implementamos unos análisis de riesgos semanales para ver movimientos de público, las zonas donde se aglomeraba más la gente, etc. Sobre todo, en momentos en los que, por las inclemencias meteorológicas, la gente no podía estar en el exterior. Por cortesía dejábamos a los usuarios dentro del centro, pero teníamos que disponer de zonas seguras, puesto que el resto del centro estaba cerrado.

Teníamos que hacer, asimismo, corredores seguros de movimiento para que la gente pudiera entrar y salir del centro y que no se produjeran aglomeraciones.
Una vez abierto el centro comercial, implementamos zonas de confinamiento temporal por si alguna persona se encontraba mal y esperar allí a los servicios sanitarios. Por suerte, tenemos muy cerca el Hospital 12 de Octubre, con lo cual la intervención del Samur es rápida. De todas maneras, no llegamos a utilizar esa sala nunca.

Igualmente, tenemos control de aforo en tiempo real, y que está a disposición de los clientes en los luminosos. Aunque en nuestro centro comercial podemos tener un aforo de 20.000 personas físicamente en un momento concreto, si nos lo reducen al 50 por ciento, son 10.000. Y solamente tuvimos 10.000 personas físicamente en nuestra inauguración. Es prácticamente imposible tener ese volumen de gente en un momento concreto dentro del centro comercial. Es más, sería muy peligroso de ver.

Controlamos mucho también la climatización y la ventilación del centro, desinfectamos las zonas comunes por las noches y los aseos, salvo por alguna emergencia, permanecieron cerrados. Y en cuanto al personal, teníamos charlas periódicas para empatizar con ellos. Pero la verdad es que el trabajo que realizaron los trabajadores fue excepcional, tanto de mantenimiento, limpieza y, por supuesto, seguridad. A los clientes, por su parte, les doy 10 porque supieron comportarse al aguantar las colas y respetar nuestras limitaciones.

En definitiva, yo creo que todos vamos a aprender de esto. Esperemos que nunca vuelva a pasar, pero vamos a aprender para mejorar lo bueno que nos tiene que venir.