Los avances tecnológicos en el mundo del circuito cerrado de televisión (CCTV) no dejan de sorprendernos. Desde aquellas cámaras basadas en tubos de rayos catódicos hasta lo que hoy día empieza a aparecer en el mercado, que ya ni siquiera se llama cámara, sino que pasa a denominarse sensor, han ocurrido grandes hitos tecnológicos.
El cambio de un tubo de rayos catódicos a sensores CCD primero y CMOS después fue uno de los principales cambios tecnológicos. Pero, sin duda, el mayor hito en la historia del CCTV fue el paso del cable coaxial analógico al mundo IP digital. Esta modificación sembró la semilla de lo que hoy día estamos viviendo a nivel tecnológico en este campo. Nos dio la oportunidad de incrementar la resolución y ganar detalles en la imagen; nos llevó al desarrollo de increíbles algoritmos de compresión y gestión en la imagen, desde aquellos Wavelet, MJPEG, H.263, H.264 a los actuales H.265; y nos permitió conseguir tasas de bits increíblemente bajas manteniendo una calidad de imagen.
El desarrollo tecnológico en el área de los semiconductores ha permitido incorporar en la cámara procesadores más potentes. Y ello nos ha llevado a poder implementar en la propia cámara algoritmos inteligentes de análisis de vídeo. Bosch es pionero en este arte, y lleva más de 10 años incorporando análisis inteligente de vídeo en sus cámaras.
Otro de los aspectos importantes en la digitalización es, sin duda, la protección de los sistemas frente a ciberataques. La mayoría de los fabricantes implementan medidas basadas en software siguiendo las recomendaciones de los distintos estándares de la industria (RFC). Bosch da un paso más allá e implementa la certificación digital en todos sus productos. Además, apostó ya desde sus inicios, hace, como decimos, más de 10 años, también por medidas hardware. Incluyendo un criptoprocesador llamado TPM (Trusted Platform Module) que nos guarda de forma encriptada todas las claves del sistema como si de un chip de una tarjeta de crédito se tratara.
Inteligencia Artificial
Yendo un poco más allá, y acercándonos ya al mundo actual, se incorpora en las cámaras la Inteligencia Artificial (AI, por sus siglas en inglés). Mecanismos basados en Machine Learning hacen que una cámara «aprenda» los objetos. De esta forma se da mucha mayor robustez a los sistemas de análisis de vídeo. Bosch denomina a dicha implantación «Camera Trainer«.
El último de estos hitos, como no podía ser de otra forma, hace referencia al Internet de las Cosas (IoT) en combinación con la Inteligencia Artificial. Bosch, siempre a la vanguardia en tecnología, dispone ya de cámaras que mediante la incorporación de nuevos procesadores que hasta hoy día eran utilizados en dispositivos de gran consumo, como móviles o tablets, nos van a permitir aplicar nuevos conceptos en las cámaras, como son las redes neuronales (Deep Learning) o los protocolos de comunicación en el ámbito del IoT, como MQTT o Fireware (IEEE 1394).
La selección de estos coprocesadores es esencial para sacar el máximo rendimiento a las tecnologías IoT y de Inteligencia Artificial. Bosch hace uso de los últimos avances en este campo (usando, por ejemplo, Qualcomm 605 o Ambarella V2), y de la mano del Grupo Bosch, líder de desarrollo en visión artificial para el mundo del automóvil, se coloca en la vanguardia de este tipo de aplicaciones.
Manteniendo los exigentes niveles de seguridad de los datos, incorporando nuevos coprocesadores y nuevas plataformas hardware y haciendo compatible todo su portafolio de producto con los estándares de la industria (por ejemplo, Bosch es cofundador del estándar de interoperabilidad IP Onvif y forma parte de la alianza OSSA), la compañía está abierta a la colaboración con empresas desarrolladoras de soluciones softwarea través de su nueva plataforma Inteox.
La inclusión de estas nuevas tecnologías y aplicaciones nos va a permitir analizar la escena más allá de la simple imagen. A través de los metadatos originados en estos dispositivos AIoT vamos a poder predecir patrones de comportamiento, reconocer caras o matrículas, identificar objetos con una precisión cercana al cien por cien y regularizar el tráfico de una forma mucho más eficiente y rápida. Por no hablar del entorno industrial, minimizando al máximo los errores humanos o de las máquinas; o, aplicándolo al mundo de los negocios, detectar emociones o realizar estadísticas de dónde, cuándo y cuánto tiempo hemos permanecido viendo un determinado artículo en una tienda.
Estudiar los metadatos y no la imagen nos protege a todos de ese miedo intrínseco a que violen nuestra intimidad y nuestra libertad. Y nos va a permitir proteger nuestros activos o incrementar nuestros beneficios en la empresa.
Origen de los datos
Entrando en detalles más internos del proceso, el origen de los datos sigue partiendo del sensor de imagen. Pero es a partir de aquí donde los metadatos y las redes neuronales juegan un papel primordial. Por un lado, el análisis inteligente de vídeo embebido en la cámara genera metadatos, incluyendo todas las propiedades de la escena y de los objetos incluidos; e identificará el tipo de objeto, la velocidad, el color, el tamaño, la trayectoria, el momento de captura y las coordenadas. Y, por otro lado, las redes neuronales proveen a los procesadores del aprendizaje necesario. Juntos, ambos sistemas serán capaces de predecir comportamientos y escenas que de otro modo nos sería imposible.
Todo esto acompañado de un buen software de gestión y análisis nos permitirá tomar mejores decisiones en la vida para protegernos de los ‘malos’ o simplemente para aumentar nuestro conocimiento de la realidad actual.
Los sensores Bosch, antiguamente llamados cámaras, disponen de características únicas en el mercado. Además de tecnologías de procesamiento de imagen exclusivas, como la tecnología de imagen basada en contenido o los procesamientos inteligentes del ruido, exposición, contraste o control del flujo, que dan la mejor imagen del mercado y que cuentan con la posibilidad de grabar directamente a dispositivos en red e incluso en la nube mediante la incorporación de dos motores de grabación. A lo que se le añade, por supuesto, todo lo mencionado en relación con el análisis inteligente de vídeo.