Es difícil encontrar un vertical tan variopinto como las infraestructuras críticas. Y no hablamos únicamente de la naturaleza de estas instalaciones, sino también de su uso y de los retos a los que tienen que enfrentarse los mecanismos de seguridad que las protegen. No tiene nada que ver una gran refinería a las afueras de una ciudad con un huerto solar en mitad del campo, un pozo petrolífero en medio del desierto o una central hidroeléctrica.
Solo pensar en la protección del perímetro de todos estos ejemplos ya nos hace ver la problemática que tienen. Desde sensores enterrados que detectan movimientos sísmicos, acelerómetros en las vallas, sistemas que localizan objetos por la emisión de ondas de radio o haces de luz, pasando por todo un espectro de analíticas de todo tipo, ¿cómo es posible que existan en el mercado tantísimas opciones para mantener estos perímetros seguros? ¿No deberían sustituirse unas tecnologías por otras según avanzan los años?
La respuesta es evidente. Si existen tantas tecnologías para atacar al mismo reto es porque son necesarias. En seguridad, estamos acostumbrados a tomar elecciones de tecnología en función de aquello que queremos proteger y de cuál es la amenaza contra la que queremos prepararnos. Sin embargo, cuando hablamos de infraestructuras críticas es igualmente determinante dónde se encuentra nuestra instalación y a qué inclemencias del tiempo nos estamos exponiendo constantemente.
Es imprescindible elegir una plataforma de vídeo capaz de integrarse no solo con las soluciones actuales, sino con las que están por venir
Muchas de estas infraestructuras no tienen elección: deben ser construidas en un lugar concreto. Siguiendo los ejemplos anteriores, un pozo petrolífero debe perforarse donde está el recurso natural, una granja eólica ha de situarse donde maximice el impacto del viento y una central hidroeléctrica tiene que hacerse en el cauce de un río para poder retener el agua en un embalse. Y cada una de estas localizaciones tiene sus retos, como pueden ser tormentas de arena del desierto en el primer caso, grandes vientos en el segundo y altos valores de humedad ambiental en el último.
Plataforma de vídeo integrable
En este sentido, con el tiempo, las tecnologías que giran en torno al vídeo evolucionan y se adaptan a las necesidades de estas infraestructuras críticas. El vídeo es testigo y gestor de todas estas herramientas que nos permiten localizar intrusiones bajo cualquier circunstancia, cada año de una forma más efectiva que el anterior. Es, por tanto, imprescindible elegir una plataforma de vídeo que sea capaz de integrarse no solo con las soluciones que tenemos hoy, sino con las que están por venir.
Si algo nos han dejado de manifiesto estos dos últimos años es que es imposible predecir todos los retos que están por llegar. Y por consiguiente, la libertad de elección que tenemos hoy no es tan relevante como la que tendremos mañana. Centremos, en consecuencia, nuestra atención en el mañana, no vayamos a arrepentirnos.