España es uno de los países más seguros del mundo. Dicha afirmación se puede constatar en diferentes estudios internacionales de referencia como el Global Peace Index, donde se valoran los niveles de presencia y ausencia de violencia tanto a nivel interno como externo de un país. También queda patente en los estudios llevados a cabo por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), donde se verifican los niveles de seguridad tanto objetiva como subjetiva.
España ocupa el puesto 31º en los índices de Paz Global (Global Peace Index), por delante de Italia (32º), Reino Unido (33º), Francia (55º), los Emiratos Árabes Unidos (52º) y Estados Unidos (122º). Según datos de la OCDE, en España la tasa de homicidios es de 0,6 por cada 100.000 habitantes, frente al promedio de 3,7 por cada 100.000 habitantes de sus países miembros.
En cuanto a la seguridad subjetiva, el 82 por ciento de las personas entrevistadas se sentían seguras caminando solas por la noche en nuestro país, superando al promedio del estudio (68%), pero también a países como Bélgica (70,1%), Francia (70,5%), Alemania (72,5%), Japón (72,5%), Estados Unidos (73,9%) o Reino Unido (77,7%).
Este doble análisis, seguridad objetiva versus subjetiva, es muy importante: la seguridad subjetiva, que es la percepción de seguridad, puede llegar a ser más violenta que la seguridad objetiva. Si una persona no se siente segura, limitará su libertad.
Actualmente, tener una visión global de la seguridad conlleva tener en cuenta estas dos variantes. Por tanto, España, además de ser uno de los países más seguros del mundo, tiene la capacidad de transmitir esa seguridad a las personas.
Seguridad ‘Made in Spain’
¿Y donde radica el éxito? En nuestro modelo de seguridad, que es preventivo e integral. El modelo de seguridad Made in Spain se caracteriza por hacer políticas de anticipación al riesgo (prevención) y por no infravalorar ningún riesgo (seguridad integral). Las vidas que salvamos gracias a la prevención de riesgos laborales y a la seguridad pública y privada son tan importantes como las que se salvan en una sala de quirófano.
Por esta razón, si queremos seguir liderando los primeros puestos de países seguros, los estudios universitarios de nuestro ámbito deben formar al futuro profesional bajo los pilares de la prevención y la seguridad integral.