Los sistemas de videovigilancia y control de accesos están evolucionando a pasos agigantados. Desde su experiencia en la empresa Magal S3, ¿qué tecnologías predominarán a corto plazo?
En 2021, el CCTV generó más de tres millones de terabytes de información al día y más del 99 por ciento precisó supervisión humana para detectar amenazas subjetivas. Las soluciones de percepción humana artificial son ya capaces de detectar automáticamente y en tiempo real amenazas subjetivas que hasta ahora exigían una visualización constante por parte del operador. Esto revolucionará la seguridad en poco tiempo, permitiendo predecir acontecimientos y transformar aquellos procesos que demandan precocidad (control de accesos, prevención de incidentes, respuesta ante emergencias, etc.).
En términos generales, ¿qué futuro le augura al sector de la videovigilancia y del control de accesos?
Hay varias ideas que pronto revolucionarán nuestra industria. Dos de ellas son la Inteligencia Artificial, como ya he comentado, y las comunicaciones ultrarrápidas.
En cuatro o cinco años este negocio habrá cambiado completamente y la tecnología reducirá en un 90 por ciento el papel del vigilante y del operador. Las compañías de seguridad deberán reconvertirse, las operaciones de nuestros clientes serán muy distintas y solo sobrevivirán aquellos que estén dispuestos a estudiar constantemente y a gestionar grandes cambios de año en año. Desde Magal llevamos ya tiempo haciéndolo, y estoy convencido de que este entorno tan exigente nos favorecerá.
¿Cuáles son los principales mercados a los que se dirigen sus soluciones?
Desde nuestra aparición en 1967, nuestro catálogo ha ido madurando progresivamente. Inicialmente se centraba en proteger el perímetro, pero hoy cubrimos todas las necesidades de seguridad de cualquier infraestructura crítica.
Nuestro plan estratégico es de largo recorrido y con objetivos anuales muy concretos. Hace ocho años decidimos especializarnos en seguridad portuaria integral y hoy disponemos de un concepto 360 para puertos que nos hace únicos. De hecho, estamos presentes en los principales puertos españoles.
Recientemente observamos enfilar el sector químico, cuando nuestro nivel de implantación en las áreas de Tarragona y Huelva, con grandes contratos en sus puertos, nos permitiera acceder holgadamente a esos dos “poles” químicos. El resultado ha sido la obtención de cuatro grandes cuentas que han impulsado fuertemente nuestra facturación.