Resulta inevitable que toda celebración de un aniversario implique dirigir inconscientemente la mirada primeramente en la dirección que representa el pasado, recordando una larga trayectoria que nos traslada al momento actual, para finalmente girarnos hacia un posible futuro que, aunque siempre incierto, deseamos prever como factible.
Desde sus inicios, el sector privado de la seguridad ha crecido y evolucionado de una forma constante, aportando un valor añadido más que notable, por un lado, a la economía nacional por la cuantía de facturación en sus distintas actividades y por la creación de empleo; y, por otro, con su valiosa contribución al bienestar social.
La seguridad privada en España forma parte de la actividad cotidiana de la ciudadanía y ha alcanzado un alto grado de madurez profesional que la ha hecho merecedora de la confianza de nuestros conciudadanos. Además, se encuentra en una posición muy avanzada respecto a la de otros países de nuestro entorno. Prueba de ello es el reconocimiento y valoración que se realiza desde algunos de ellos a nuestro modelo de seguridad privada y al compromiso de nuestras empresas, despachos de detectives, centros de formación y profesionales del sector.
En nuestro país, la seguridad pública y la privada comparten un mismo objetivo, que es el de garantizar el libre ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos. La consecución de esta meta ha sido consecuencia del establecimiento de una relación directa y próxima entre ambos sectores. La comunicación entre organizaciones tan complejas como las que constituyen la seguridad pública y un sector tan multidisciplinar como el privado ha requerido de un gran esfuerzo de imaginación para poder diseñar canales seguros y permanentes de comunicación en tiempo real que faciliten la indudable voluntad de todos para colaborar.
Seguridad interior
En este sentido, la estrategia de la Policía Nacional se articula desde un enfoque amplio e integral de la seguridad interior, que se separa en una doble dimensión horizontal y vertical. Y es en la vertiente horizontal donde la participación del sector privado de la seguridad resulta necesaria para mantener un nivel adecuado de seguridad en el mundo globalizado de nuestros días. Nuestra política de seguridad se caracteriza por tratar de conformar espacios de actuación concertada con el sector, posibilitando la participación de la seguridad privada en ámbitos asignados en principio a la seguridad pública, con la finalidad de que se cubran las necesidades reales de seguridad existentes. Estamos convencidos y reconocemos el importante papel que desempeña el sector privado en España en materia de seguridad, y de que la relación entre las seguridades pública y privada debe posibilitar un uso más eficiente de los recursos ya existentes.
La capacidad de mejora del sector privado de la seguridad y la posibilidad para asumir nuevas responsabilidades, es decir, el futuro de los servicios de seguridad privada, está ligado a la digitalización, la tecnología y la Inteligencia Artificial. A la lucha contra las amenazas ciberfísicas en infraestructuras estratégicas. A la ciberseguridad en el ámbito de la videovigilancia. Al empleo de drones para el control de zonas de gran extensión y/o difícil acceso y al empleo de sistemas antidrones. Al reconocimiento facial. Al monitoreo remoto. A la geolocalización indoor. Al empleo de cámaras unipersonales por vigilantes y guardas rurales, etc.
Finalmente, y con ocasión de su cuadragésimo aniversario, quiero expresar mi más sincera felicitación al equipo de Seguritecnia por su dedicación y especial aportación no solo como instrumento de difusión, canal de intercambio de ideas y espacio de debate, sino también como fuente de formación y, por tanto, de profesionalización del gran capital humano que compone el amplio sector de la seguridad privada.