Tras mi reciente incorporación a la Jefatura de Armas, Explosivos y Seguridad, he podido comprobar el dinamismo y capacidad innovadora del sector de la seguridad privada (formado por profesionales altamente cualificados y con una dilatada experiencia), así como la excelente colaboración que existe entre la seguridad pública y la privada.
La colaboración existente entre ambos ámbitos de la seguridad se manifiesta de muy diversas maneras, mediante el intercambio de información, realizado de manera bidireccional; una colaboración que debe seguir creciendo. Puesto que la seguridad pública no puede atender todas las necesidades de seguridad de la sociedad, debe centrarse en las mayores amenazas y otros importantes desafíos, como la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado y el cibercrimen, la protección de víctimas sensibles, la cooperación policial internacional, etcétera. Es en este punto donde la seguridad privada adquiere un papel cada vez más preponderante, que además es prueba de la confianza que las administraciones públicas tienen en ella, al asumir tareas de relevancia en la protección de centros penitenciarios, accesos a aeropuertos, seguridad en determinadas líneas de transporte ferroviario, protección de ciertos edificios oficiales o en importantes encuentros deportivos… Y en todos estos lugares, trabaja codo con codo con la Guardia Civil.
Lógicamente, el sector tiene diversas demandas, entre ellas la necesidad de contar con normativa adaptada a los nuevos tiempos, con mecanismos para interpretar las diversas situaciones que surgen continuamente y que sea capaz de conjugar las sensibilidades y necesidades de todos los actores (usuarios de seguridad, prestadores de servicios, fabricantes y distribuidores de sistemas, consultores y asesores). Estoy seguro de que la Administración conoce y está trabajando para atender estas necesidades.
Retos de la seguridad
En el apartado de los retos, es de todos conocido que los avances tecnológicos, entre ellos la Inteligencia Artificial, están posibilitando importantes mejoras en todos los ámbitos de la seguridad. En este camino, la seguridad pública y la privada deben ir de la mano, ya que las necesidades son similares. Sin embargo, debemos ser conscientes de que la tecnología también es aprovechada por los delincuentes y la mejor muestra es el crecimiento exponencial en los delitos cometidos por Internet, ocupando un lugar muy destacado los fraudes por la Red. Por ello, la Guardia Civil ha duplicado el número de especialistas dedicados a la investigación de la ciberdelincuencia con la constitución de los Equipos @.
No obstante, el factor humano siempre será lo más importante. Por ello quiero transmitir mi felicitación por el excelente trabajo realizado a todos los vigilantes de seguridad, guardas rurales, departamentos de seguridad, directivos y empleados de empresas de seguridad, centros de formación y profesores, consultores y asesores de seguridad, detectives privados, fabricantes y distribuidores de sistemas, asociaciones profesionales y medios de comunicación del sector.
Finalmente, deseo felicitar efusivamente a la revista Seguritecnia en su 40 aniversario y transmitir el afecto de la Guardia Civil a todos sus trabajadores.