El Hospital Universitario Príncipe de Asturias desarrolla una consagrada actividad asistencial, investigadora y docente. ¿Con qué instalaciones y material cuenta y a cuántos pacientes da servicio diariamente?
El Príncipe de Asturias es el hospital de referencia del Corredor del Henares. Presta servicio a más de 250.000 personas. En él se realizan unos 10.000 actos clínicos diarios y cuenta con cerca de 3.000 trabajadores, 507 camas, 14 quirófanos y tres paritorios.
Además, tiene más de una treintena de especialidades que disponen de aparatos de la más alta tecnología.
En su estructura están incluidos el Centro de Salud Mental Puerta de Madrid y el Centro Integral de Diagnóstico y Tratamiento Francisco Díaz.
¿Cómo se estructura la seguridad del Hospital Universitario Príncipe de Asturias y de quién depende organizacionalmente?
Claramente son dos los pilares básicos en los que se sustenta la estructura de seguridad: el Departamento de Seguridad Corporativa del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) y la Gerencia del Hospital Universitario Príncipe de Asturias.
Desde su creación en 2018, el Departamento, entre otras prioridades, busca implantar protocolos de seguridad comunes en todos los hospitales del SERMAS. Eso sí, con las excepciones que puedan crear las diferentes características de cada recinto, ya sea a nivel arquitectónico u organizativo.
Por otra parte se encuentra la Gerencia del Príncipe de Asturias y su equipo de dirección, que siempre han sumado y apoyado en los temas relacionados con la seguridad de sus profesionales, pacientes, visitantes e infraestructuras. Esto facilita sensiblemente la labor de la Dirección de Seguridad.
¿Hasta qué punto se ve afectado su centro hospitalario por el robo y pérdida de material sanitario que ha mencionado con anterioridad? ¿Qué impacto tiene para el hospital?
No solamente tiene impacto para el hospital. Nos afecta a todos; porque el dinero es de todos los ciudadanos. Lamentablemente, hace casi tres años nuestro hospital fue objeto de un hurto de material endoscópico que se ha repetido en otros recintos hospitalarios, causando un doble quebranto: el económico y el más grave, el asistencial.
A pesar de que el material es restituido con la mayor celeridad posible, todo esto implica un retraso en la actividad asistencial, con las correspondientes molestias a los usuarios y lo que es más peligroso: las consecuencias que pueda tener en la salud de un paciente. Una detección temprana de un patógeno puede salvar una vida.
En el Hospital Universitario Príncipe de Asturias, con el apoyo de la Dirección de Seguridad Corporativa del SERMAS y de empresas especializadas, estamos elaborando un proyecto pionero que presentaremos en un futuro cercano relativo a la defensa de los aparatos de electromedicina y que puede ser implantado en todos los hospitales del Servicio Madrileño de Salud.
Uno de los grandes retos de la seguridad hospitalaria es la custodia de las personas que han sido detenidas. ¿Qué dificultades entraña este caso y cuáles son las principales líneas a seguir en este sentido?
Lo primordial es colaborar activamente con los centros penitenciaros cercanos en lo referido a las urgencias. Por ejemplo, en nuestro caso tenemos el de Alcalá-Meco a menos de cinco kilómetros.
Pese a ello, el Príncipe de Asturias no cuenta con una unidad de atención a penados, aunque es una cuestión a estudiar en un futuro en línea con el magnífico trabajo y modelo de los compañeros del Gregorio Marañón, Doce de Octubre o Alcorcón [todos ellos hospitales ubicados en la Comunidad de Madrid].
En cuanto al día a día, la comunicación y facilitar al máximo la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el recinto hospitalario es una de las señas de identidad de nuestro hospital en lo que a la seguridad se refiere. Una pronta atención al detenido, minimizando en lo posible su estancia en el recinto, reduce la probabilidad de que se altere el normal discurrir de la prestación asistencial y actos antisociales. Que no se sienta foco de atención de otros pacientes, lo que puede alterar su estado de ánimo, unido a posibles rescates o interacciones hostiles con otros pacientes, entre otras cosas, son los mayores riesgos y lo que se trata de evitar con estas medidas.
Y en cuanto a los menores, ¿qué diferencias existen a la hora de gestionar la seguridad de hospitales de una unidad pediátrica respecto el resto de instalaciones hospitalarias?
Todo lo que tiene ver con los pacientes pediátricos conlleva tener, más aún si cabe, especial tacto por parte de la seguridad. Por ello se han establecido protocolos, como el de Antisecuestro, para intentar garantizar en lo posible la seguridad y los derechos de los menores.
Por otro lado, algo que se antoja importante para la Dirección de Seguridad Corporativa y que está tratando de buscar es un canal de comunicación que permita conocer la situación familiar del menor. Es decir, si alguno de los progenitores tiene retirada la patria potestad, si hay orden de alejamiento, etc. Frecuentemente se producen altercados entre los padres al ser avisados del estado de salud de los menores
¡Sigue leyendo!
Aquí te hemos mostrado tan solo una parte de esta entrevista.
¿Quieres leer el contenido completo?