El número de mujeres que quieren aprender a protegerse de las agresiones físicas aumenta día a día en España. Cada vez son más las ciudadanas españolas que se apuntan a clases de defensa personal o autodefensa.
Declaración de la ONU sobre la eliminación de la violencia sobre la mujer
La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia sobre la Mujer (DEVAW, por sus siglas en inglés) se aprobó en la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 48/104 del 20 de diciembre de 1993. Es decir hace casi tres décadas. El primer artículo de esta declaración daba la definición de violencia sobre la mujer que se convertiría en la más usada del mundo. Léase: «Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, incluyendo las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada.» La defensa personal cobra sentido en estas circunstancias concretas de violencia o peligro que pueda experimentar una mujer por el simple hecho de ser mujer.
¿Derecho a la autodefensa?
El primer derecho individual que garantiza la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (CDFUE) es el derecho a la vida. Los artículos 6 y 17 de la CDFUE establecen el derecho a la libertad, la seguridad y la propiedad. Pero ¿hasta donde llega el derecho de una persona a la autodefensa de su vida, su libertad, su seguridad y su propia persona, entendida como la propiedad más valiosa que se pueda tener? En principio, la defensa violenta de todos estos bienes individuales debería limitarse a la respuesta ante una invasión violenta o ataque violento contra cualquiera de los ámbitos mencionados. Ante una agresión violenta súbita o ante una amenaza de violencia inminente, parece obvio que una reacción personal es determinante, ya que en estos casos la Policía no llegará a tiempo.
Autodefensa: consejos para las españolas que quieran protegerse
La autodefensa parece implicar una disciplina de defensa personal específica, que involucra golpes y una interacción violenta. Pero existen una serie de precauciones que se pueden tomar para reducir los riesgos.
- Evitar las zonas de menor tránsito en horarios no diurnos. La presencia de las fuerzas de seguridad es disuasoria, como lo es la circulación de otros peatones que serían testigos de cualquier tipo de confrontación en la vía pública.
- Llevar en el bolso un espray de defensa personal. Sí, se trata del famoso ‘antiviolador‘, pero debe ser uno de los homologados por el ministerio de Sanidad, que ha publicado una lista actualizada a comienzos de 2022.
- Reducir el uso del teléfono móvil y de cascos o auriculares mientras se camina por la calle. Estas actividades empeoran la capacidad de reacción ante cualquier asalto o riesgo.
- El consejo definitivo para perder el miedo a una agresión física es inscribirse en un curso de autodefensa o defensa personal.
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