La existencia de los vehículos aéreos no tripulados, o mejor conocidos como drones, es algo que se ha ido popularizando en torno a esta década y la anterior de tal manera que incluso cualquier persona puede llegar a obtener uno (evidentemente no de cualquier tipo). Por ello, la innovación de estos sistemas y la atención a la ciberseguridad de los mismos deben estar en constante evolución, ya que se trata de uno de los ámbitos tecnológicos con un futuro prometedor, pero en los que se debe tener una estricta cautela.
Por ello, la Asociación Estatal de Seguridad Aérea (AESA) ha presentado el Libro Blanco de Sistemas no Tripulados (UAS), el cual se trata de una nueva versión de Libro Blanco anterior que identificaba los retos en el ámbito de la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), impulsando los sistemas de drones en España. En esta ocasión, incluye un nuevo ámbito de actuación, relacionado con la sostenibilidad.
En él se destaca que el ecosistema aeronáutico español ha participado, y en algunos casos liderado, proyectos de los programas marcos europeos relacionados con drones desde hace 20 años, sin embargo, la industria de UAS presenta, a día de hoy, un bajo nivel de inversión en estas tecnologías. Además, a pesar de que España cuenta con varios grupos de investigación para la innovación de estos sistemas, no existe un plan definido para la potenciación del I+D que permita crear actores relevantes a nivel internacional e incrementar el tejido empresarial especializado de manera coordinada.
Seguridad y ciberseguridad
En el Libro Blanco se destaca que los drones se enfrentan a amenazas en los sistemas de información derivadas de la localización del piloto remoto en espacios abiertos. De tal forma que los ataques pueden ir desde la inyección remota de código, la denegación de servicio, hasta la divulgación de información confidencial, la suplantación de identidad, interferencia, manipulación…
En este sentido, en el marco nacional, el Plan Estratégico del sector civil de los drones reconoce los riesgos asociados a la violación de la intimidad, el uso de drones para actos terroristas, los vuelos en entornos protegidos por razones de seguridad y la ciberseguridad deben gestionarse adecuadamente para evitar impactos negativos en la sociedad. Por ello, se han marcado como objetivos apoyar la implantación de los sistemas de identificación remota electrónica de UAS; y analizar escenarios en los que un dron sufre un ciberataque y evaluar su impacto. Además, se están desarrollando sistemas ‘antidron’ para la protección de infraestructuras críticas.
Puedes revisar el Libro Blanco de Sistemas no Tripulados (UAS) en España aquí.
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