De las tendencias en videoseguridad que podemos ver en el mercado, las tres explicadas a continuación tendrán un mayor peso en el año 2023.
La primera es la referente al mercado de los servicios web (en la nube), que está creciendo exponencialmente. Y la videovigilancia no es una excepción.
El software de gestión de vídeo con interfaz web es más conveniente que los sistemas tradicionales por cuatro motivos: el coste es menor, es más fácil de escalar en tamaño al ritmo que el negocio crece o se transforma, la instalación del programa y las actualizaciones son más ágiles porque se efectúa en un solo equipo y es un sistema más seguro porque la información no se almacena en los equipos de los usuarios, reduciendo el riesgo de que se filtre información sensible.
Videoseguridad: ¿Qué más hacen tus analíticas?
La conversación con el cliente pasará de la pregunta inicial «¿tus analíticas se basan en algoritmos inteligentes?» a «¿cómo de inteligentes son tus algoritmos?»
Los responsables de seguridad ya conocen las ventajas de la analítica avanzada: saben que la Inteligencia Artificial impulsada por Deep Learning acorta los tiempos de respuesta ante un incidente y reduce el número necesario de personal.
Además, las organizaciones son conscientes de que las imágenes tratadas con Inteligencia Artificial pueden ayudar a mejorar eficiencias operativas y descubrir oportunidades comerciales.
Esto implica que la necesidad de una infraestructura moderna de videovigilancia y videoseguridad no solo la reclamarán los responsables de seguridad, sino también los de otras áreas de negocio. Esta tendencia, aplicable tanto en el sector público como en el privado, se agudizará en 2023.
La Inteligencia Artificial impulsada por ‘Deep Learning’ acorta los tiempos de respuesta ante un incidente y reduce el número de personal
También este año, los clientes esperan el aumento de las aplicaciones prácticas de la analítica. Algunos ejemplos de nuevas detecciones son: infracciones en la vía pública que antes eran imposibles de detectar, violaciones de políticas de seguridad en las empresas y situaciones de peligro por presencia de personas en el suelo, enmascaradas o armadas (escenario propio de un atraco).
Con detecciones cada vez más granulares y sofisticadas, aumentan también las falsas alarmas, que es otra área de investigación y mejora en la que los fabricantes tenemos el foco este año.
Así, la analítica avanzada aplicada a la seguridad requiere que la probabilidad de falsas alarmas se reduzca al mínimo, sobre todo en grandes instalaciones en las que administrar falsas alarmas generadas por cientos de cámaras sea insostenible.
De igual manera, si la analítica genera datos poco fiables, el responsable de negocio puede alcanzar conclusiones equivocadas que repercutan negativamente en sus decisiones estratégicas.
La analítica avanzada aplicada a la seguridad requiere que la probabilidad de falsas alarmas se reduzca al mínimo
La ciberseguridad, en todas las conversaciones
Nunca antes las organizaciones habían mostrado tanto interés por mantener su infraestructura protegida contra el cibercrimen.
No en vano, la ciberseguridad es clave para las organizaciones porque los ciberataques pueden causar daños irreparables en términos de pérdida de datos, tiempo y dinero.
Además, las organizaciones son cada vez más conscientes de que los daños causados por ciberataques pueden afectar negativamente a su reputación y erosionar la confianza de sus clientes, proveedores y socios.
La implementación de medidas de seguridad efectivas, el trabajo sincronizado entre los departamentos de seguridad e IT y la capacitación continua de los empleados son cruciales para minimizar el riesgo de una brecha de seguridad y garantizar la protección de los activos empresariales. En definitiva, la ciberseguridad es una inversión en la continuidad y el éxito del negocio.
En paralelo, los fabricantes seguimos creando soluciones en constante evolución para hacer más seguros el registro, el acceso y la transmisión de imágenes y datos a través de las infraestructuras de redes IP.
La industria de la videovigilancia sigue trabajando para ofrecer lo que las organizaciones necesitan, además de mantener sus activos seguros en el entorno físico: mejorar eficiencias operativas, explotar los datos que se extraen de las imágenes y conectar los sistemas a la red y entre sí de forma fácil y segura.