La seguridad en centros comerciales consta de tres objetivos principales: la protección del recinto, de los objetos físicos de todas las tiendas y de todas las personas de su interior, tanto empleados como clientes
El rol del vigilante de seguridad en centros comerciales
Toda tienda se expone a riesgos: atracos con distintos grados violencia, robos desde el hurto hasta el desvalijamiento, sabotajes o accidentes. En una galería comercial esta casuística se multiplica de manera casi infinita, al concentrar decenas de comercios visitados por centenares de personas diariamente. Los sistemas de seguridad de los centros comerciales debe tener videovigilancia, dispositivos protectores de artículos en venta, mecanismos antiincendios y una instalación de alarmas.
El rol del vigilante de seguridad en esta estrategia de protección es imprescindible. No en vano es el profesional con formación acorde para afrontar cualquier incidente dentro del recinto. El cargo le aporta la posición de ventaja indiscutible: conoce el entorno, las vías de evacuación, las salidas alternativas, las áreas que pueden servir como zonas de seguridad, así como las técnicas de defensa y autoprotección.
Su formación en prevención y detección le permite desarrollar una táctica situacional y temprana ante conductas potencialmente sospechosas, y en caso de producirse un incidente, es el vigilante quien puede solventar la amenaza potencial incluso antes de que llegue a suponer un peligro para ninguna de las personas presentes. Pese a que los propios protegidos no sean conscientes de ello, los profesionales de la seguridad privada trabajan sin descanso para la protección de todos.
Consejos para vigilantes de seguridad de centros comerciales
El vigilante de seguridad es un profesional contratado por empresas del sector privado. En el caso de un centro comercial, sus funciones principales son la supervisión y protección de las tiendas, restaurantes e instalaciones de al gran superficie correspondiente. Aparte de su deber de proteger el recinto físico y cuanto contenga en su interior, tiene la competencia primordial de garantizar el bienestar y la integridad física de los clientes y trabajadores que ocupan y recorren sus espacios, realizando los registros y las comprobaciones necesarias para cumplir con su misión.
Un centro comercial tiene zonas abiertas al público y zonas de acceso restringido. El departamento administrativo, los almacenes, las instalaciones de climatización y las cajas fuertes requieren un protocolo de seguridad específico. Dadas las circunstancias particulares de cada caso, habrá que diseñar un plan de seguridad focalizado en las necesidades de cada gran superficie o galería de shopping.
Un plan integral de seguridad debe integrar determinadas coordenadas puntuales, ya que cada recinto comercial tiene unos elementos singulares y distintivos en cuanto a superficie, capacidad, cifras de visitantes, rutina diaria, horarios. Además, los protocolos de seguridad varían según los meses del año, ya que no siempre existe la misma afluencia de público.
Los centros comerciales aumentan sus ventas en España
Pese al complicado contexto socioeconómico que se ha vivido a lo largo de 2022 con una imparable subida de los tipos de interés, el IPC y el precio de las materias primas, el sector de los centros y parques comerciales ha vivido la recuperación de las ventas alcanzando cifras superiores a las de 2019, año especialmente positivo. Los 47.763 millones de euros representan un incrementos en ventas del 16,3% y, lo que es más relevante, superando en un 1,8% las ventas de 2019. Esto indica que el fantasma de la pandemia ha quedado superado y que el sector resiste en el contexto actual de incertidumbre económica. Otro factor que destaca en los datos presentados por la AECC es el del crecimiento de la venta media por visita, que en los últimos tres años ha ido en aumento.
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