Hoy en día, el riesgo de incendio en almacenes es particularmente alto. Esto se debe al aumento del nivel de automatización, el incremento resultante en la densidad de empaquetamiento y los estantes infinitamente altos. En este entorno, las soluciones convencionales, como los sistemas de rociadores, ya no ofrecen el nivel deseado de protección contra incendios. Las nuevas soluciones de inertización permanente funcionan de manera preventiva. Evitan que los incendios se propaguen desde el principio al reducir el contenido de oxígeno del aire ambiente a un nivel que aún permite a los humanos respirar, pero no al fuego. En combinación con un sistema de detección temprana de incendios mediante aspiración altamente sensible, las empresas pueden, por lo tanto, lograr una seguridad integral para sus productos y servicios.
La mayoría de los incendios son causados por defectos técnicos en los equipos eléctricos. Los operadores de los almacenes a menudo no están familiarizados con los sistemas de alimentación de potencia, cuadros eléctricos, motores de control, cableado de distribución, etc. El alto nivel de automatización presenta riesgos de incendio frecuentes para sus almacenes. Es posible que por el momento no hayan tenido ningún incidente, pero como administradores de logística son responsables tanto de la seguridad de los bienes como del cumplimiento de las obligaciones de entrega.
Si se produjera un incendio, el papel, las cajas de cartón y los plásticos provocarían que las llamas se propaguen rápidamente por las estanterías de hasta 30 metros de altura.
En almacenaje en altura, los sistemas de rociadores ven limitada su eficacia; pueden evitar que el fuego se propague rápidamente, pero por motivos estructurales encuentran dificultades para alcanzar el foco real del fuego. E incluso si el cuerpo de bomberos apaga las llamas antes de que suceda algo peor, el humo, el hollín y el agua siguen destruyendo los bienes y el equipo técnico. Como resultado, la compañía ya no puede cumplir con sus entregas y pierde rápidamente a sus clientes. En el peor de los casos, esto puede conducir a la quiebra, ya que a menudo las compañías de seguros tardan varios años en pagar.
El miedo al fuego y las explosiones está muy extendido:
Según el Allianz Risk Barometer 2017, por quinto año consecutivo, las interrupciones operativas son el mayor riesgo de incendio para las empresas, suponiendo una pérdida media de 2,2 millones de euros. La mayor parte de los encuestados (44%) temen que incendios y explosiones causen interrupciones operativas. Cuantas más máquinas y sistemas se utilicen, cuanto más apilados estén los bienes y cuanto más altos sean los estantes, mayor será la probabilidad de que una chispa provoque un incendio importante.
Esto no es diferente en las áreas de almacenaje de congelados: las temperaturas extremadamente bajas conducen a una baja humedad. El cableado de almacén robotizado, defectos técnicos en las unidades de refrigeración o en los equipos de envasado al vacío pueden presentar riesgos de incendio. Además, las paletas de madera y los materiales de embalaje utilizados para los productos siguen siendo inflamables a pesar de las temperaturas extremadamente bajas.
Las soluciones profesionales de PCI combinan medidas de prevención que implican la reducción de oxígeno con sistemas de detección temprana
Detener la propagación de incendios:
En estas condiciones, las soluciones convencionales de protección contra incendios ya no son suficientes. Las más avanzadas soluciones se enfocan en prevenir los incendios en lugar de combatirlos. En otras palabras, minimizan el riesgo de incendio y su posible propagación desde el principio. Los incendios necesitan una cierta proporción de oxígeno, calor y combustible para desarrollarse. El nitrógeno puede usarse para reducir la concentración de oxígeno en el aire ambiente hasta tal punto que permanezca por debajo del umbral de ignición de los principales materiales almacenados. Como ejemplo, la madera requiere un nivel de oxígeno residual para que se propague su combustión de un 17 por ciento en volumen, el umbral para la cartulina y el cartón es mucho menor, aproximadamente un 15 por ciento en volumen. Esto niveles son completamente seguros para personas sanas: el nitrógeno es el componente principal del aire, a un 78,1 por ciento en volumen, y no es tóxico.
Beneficios de la prevención de incendios:
Para las empresas, los sistemas de protección contra incendios solo cumplen con un requisito mínimo y ofrecen únicamente una compensación limitada en caso de daños. Para cubrir sus intereses de protección específicos, tienen que definir objetivos individuales de protección contra incendios que reducirán el riesgo para su negocio. Las empresas se benefician del uso de soluciones de prevención de incendios en muchos aspectos: al reducir el riesgo de propagación de incendios, protegen a sus empleados y el medioambiente. Sin embargo, también minimizan el riesgo de que el humo, el hollín o los agentes de extinción dañen los productos y provoquen interrupciones operativas, pérdidas financieras o incluso la quiebra. El nitrógeno necesario se obtiene de manera sostenible y eficiente del aire en la habitación utilizando un proceso de filtrado físico. Como resultado, no hay necesidad de almacenar o disponer de ningún agente de extinción.
Detección mediante el uso de detectores de humo por aspiración de alta sensibilidad:
Las soluciones profesionales de protección contra incendios combinan las medidas de prevención del fuego que implican la reducción de oxígeno con sistemas de detección temprana. A los sistemas de detección de incendio convencionales o a los detectores de calor les conlleva más tiempo detectar una concentración de humo o aumento de la temperatura que a los detectores de humo por aspiración, que son mucho más sensibles. Estos últimos toman muestras de aire de la sala y las pasan a través de una unidad de análisis sensible, que las comprueba incluso para partículas de humo más pequeñas. Esto permite detectar incendios latentes e incipientes en una etapa muy temprana, prevenir la contaminación de humo y tomar las contramedidas apropiadas.
