Hace mucho tiempo, soñábamos con tecnologías exponenciales que generaran productos y servicios. Sin embargo, ya están aquí lideradas por la inteligencia artificial (IA), ya sea al «Lado de la Fuerza» o en «El Lado Oscuro». Estas tecnologías pueden ser fundamentales para garantizar la seguridad en un entorno cada vez más complejo. Así, la IA mejora nuestra capacidad para detectar, prevenir y responder a amenazas de todo tipo de manera más eficaz, al tiempo que mejora la toma de decisiones estratégicas en el campo de la seguridad.
Hoy en día, cuando hablamos de IA en seguridad lo hacemos a través de la implementación de algoritmos y técnicas en sistemas informáticos, los cuáles permiten que una máquina o dispositivo aprenda de los datos y mejore su rendimiento, a medida que se expone a más información. La clave serán los algoritmos y la equidad de los mimos fomentando la diversidad en los equipos que participan en el diseño, el desarrollo y la aplicación de estos algoritmos, así como los datos, que deberán estar en constante revisión y evaluación para no caer en la sobrerrepresentación de ciertos grupos o áreas.
«Lado de la Fuerza»
De este modo, los usos de la IA desde el «Lado de la Fuerza» aumentan las capacidades humanas, lo que permite tanto mejorar la seguridad como generar nuevos productos y servicios para las empresas y personas. Algunos ejemplos son:
- Reconocimiento de patrones para detectar amenazas avanzadas y automatización de respuestas a incidentes. Permite analizar datos de seguridad para identificar patrones y comportamientos inusuales, así como detectar intrusiones en tiempo real, físicas o lógicas.
- Análisis de flujo de personas y gestión de multitudes. Permite analizar patrones de movimiento para optimizar la disposición de recursos de seguridad y ayuda a gestionar grandes multitudes mediante la identificación de situaciones potencialmente peligrosas
- Sensores conectados y sistemas de alarma avanzados. Interpreta datos de sensores para identificar amenazas potenciales, como incendios, inundaciones o intrusiones. En concreto, los sensores conectados con IA nos permiten monitorizar, por ejemplo, la temperatura del chocolate para su correcto transporte por Brasil o nos anticipa una alerta de fuego mediante sensores cuando el humo es todavía indetectable para la vista y el olfato humanos.
- Modelos predictivos. Los algoritmos y modelos matemáticos nos permiten detectar y anticipar áreas de mayor riesgo en función de datos históricos y eventos actuales.
Los usos de la IA permiten mejorar la seguridad, así como generar nuevos productos y servicios para empresas y personas
- Integración con sistemas de gestión. La integración inteligente de los sistemas de seguridad es la que nos permite operar aprovechando la convergencia de la tecnología, los datos en tiempo real y las personas expertas que toman las decisiones de seguridad. Ahora, con un altísimo nivel de capacidad de análisis, detección y respuesta, logramos una asignación de recursos más eficiente a todo el conjunto de servicios de seguridad vinculados: cámaras, vigilantes, sensores, robots y drones, etc.
- Autenticación avanzada. La IA supervisa autenticación biométrica, como el reconocimiento facial y de voz, para asegurar que solo usuarios autorizados tengan acceso a sistemas y datos sensibles. De esta forma, podemos generar espacios tanto físicos como digitales más seguros.
- Clasificación automática de malware. El empleo de algoritmos para analizar muestras de malware y clasificarlas automáticamente agiliza el proceso de identificación de nuevas amenazas y permite una respuesta más rápida ante variantes de dicha amenaza emergentes.
- Apoyo a la ciberinteligencia. La IA puede gestionar y analizar grandes conjuntos de datos para identificar tendencias y patrones en el mundo de las amenazas en ciberseguridad, proporcionando información valiosa sobre las técnicas, tácticas y procedimientos de los ciberdelincuentes. Además, puede proporcionar análisis de riesgos en tiempo real y recomendaciones basadas en datos para ayudar en la toma de decisiones a priorizar acciones y asignar recursos de manera más efectiva en situaciones de riesgo.
«El Lado Oscuro»
Por otro lado, la rápida evolución tecnológica ha facilitado la integración de la IA en una amplia gama de aplicaciones y se erige como un arma de doble filo en materia de seguridad. Así, su aplicación como herramienta en sistemas que pueden suponer una amenaza ha derivado en el surgimiento de un nuevo concepto, «wAIponization», que describe el empleo de la IA como arma en contextos de seguridad.
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