Las industrias de defensa, seguridad, aeronáutica y espacial han recuperado niveles prepandemia, alcanzando en 2023 una facturación conjunta de 13.900 millones de euros, un 15 por ciento más que en 2022, según el informe presentado por PwC para la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE). Este crecimiento reafirma el papel estratégico de estos sectores en la economía española, que representan el 12 por ciento del PIB industrial y generan 215.607 empleos directos e indirectos.
En este sentido, la industria aeronáutica lideró el crecimiento con una facturación de 9.927 millones de euros, un 12,9 por ciento más que en 2022, mientras que el sector espacial, defensa y seguridad alcanzaron aumentos del 12,6 por ciento y 8,9 por ciento, respectivamente. Además, las exportaciones representaron el 59 por ciento de los ingresos totales, posicionando a España como un referente global en tecnología avanzada.
Innovación e I+D+i en las industrias española
Por otro lado, el impacto en I+D+I de estas industrias también es significativo, aportando 2.403 millones de euros, el 27 por ciento del total de la inversión industrial española. Esta apuesta por la innovación refuerza la autonomía tecnológica del país y su competitividad en el mercado internacional. Sin su contribución a la balanza comercial, el déficit nacional habría sido un 11,7 por ciento superior.
De hecho, regiones clave como Madrid, Andalucía y País Vasco concentran el 79 por ciento de la contribución al PIB de estas industrias, fortaleciendo el tejido industrial y tecnológico regional. En relación a esto, Ricardo Martí Fluxá, presidente de TEDAE, destacó el papel vertebrador de estas industrias en España: «Son pilares del nuevo modelo económico que el país necesita, no solo por su capacidad de generar riqueza, sino también por mejorar el bienestar de la sociedad.»
El informe también ha señalado el compromiso del Gobierno con el sector. Amparo Valcarce, secretaria de Estado de Defensa, subrayó al respecto que «la inversión en defensa no solo impulsa el desarrollo tecnológico y empresarial, sino que también es una apuesta por la paz y la seguridad.»
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