¿Cómo se ve desde el prisma de un profesional de la seguridad una situación inesperada como esta?
Presenta sus singularidades, que es lo que convierte esta situación en excepcional. Gracias a la evolución de la gestión anticipativa de riesgos y los ejercicios de simulación dentro del sector financiero, impulsados por los propios mecanismos de defensa de la entidad y los reguladores nacionales e internacionales, el impacto ha sido controlado.
Aunque estas prácticas no se ajusten a esta situación, generalmente se presentan para gestionar la recuperación operativa ante procesos disruptivos y, por tanto, algunos de los escenarios ya se plantearon y nos están ayudando. Ejemplos de ellos son el teletrabajo, la activación de puestos de contingencia, el aseguramiento de funcionamiento de aplicaciones de seguridad en remoto, etc.
No obstante, el episodio COVID-19 es especialmente complejo, ya que se mantendrá por un espacio de tiempo importante, afecta a todas las personas y procesos productivos (no tanto así a suministros y tecnología que se han mantenido operativos gracias a sus mecanismos de continuidad) y los escenarios son cambiantes a medida que la pandemia evoluciona. En relación con nuestras funciones, esto supone que mantengamos una atención permanente y una gran capacidad de agilidad y flexibilidad en la aplicación de criterios.
Por otro lado, la colaboración entre los profesionales de la seguridad está siendo excepcional, tanto a nivel público como privado. El colectivo de la seguridad privada se encuentra en permanente comunicación y compartiendo, por el bien común, aquellas prácticas de éxito que unos y otros aplican en sus organizaciones.
¿Cómo está afrontando la situación en su organización, en lo que atañe a la seguridad, para aportar su trabajo a la lucha contra el COVID-19?
La transversalidad que presenta la función de seguridad dentro de la entidad en los últimos años se está demostrando muy especialmente en esta situación, ya que las acciones realizadas o requeridas se han multiplicado.
Por un lado, el soporte al mantenimiento operativo de la organización, tanto a nivel de la red de oficinas como en los centros administrativos y edificios corporativos. El servicio esencial que estamos prestando a la sociedad comporta mantener la atención en las oficinas con todas aquellas medidas de seguridad establecidas y la confortabilidad a la plantilla que ha de realizar la función de atención al público, con la dificultad que ello supone por la atomización de centros y las situaciones que se presentan por parte de los clientes.
Se ha trabajado intensamente con los servicios técnicos de sistemas, empresas de transporte de fondos y la propia plantilla para asegurar la operatividad del servicio de cajeros automáticos.
Hemos potenciado las funciones de análisis (inteligencia) para poder ser lo más anticipativos posible ante las situaciones cambiantes que comporta el episodio COVID-19, para que la entidad pueda adoptar las decisiones lo más acertadas posibles.
Se han reconvertido algunas funciones internas hacia los focos prioritarios. Hemos planificado la cobertura de los servicios de seguridad, orientando el servicio del Security Operation Center (SOC) hacia una gestión integral del episodio, tratando las tipologías delictivas que se han potenciado aprovechando la pandemia y dando soporte al resto de direcciones del banco para asegurar que la prestación de los servicios por parte de sus proveedores ayude a conseguir la plena operatividad de nuestra entidad.
Hemos potenciado el contacto entre los profesionales de seguridad del sector financiero y las estructuras policiales de Seguridad Privada, ayudándonos entre todos a ofrecer soluciones a nuestras entidades.
En general estamos ante un escenario que nos obliga a ofrecer lo mejor de las estructuras de seguridad y del que, a pesar de las dificultades que hemos vivido, sacaremos unas experiencias profesionales de provecho para el futuro.
Quisiera agradecer desde la dirección de Seguridad de Banco Sabadell la colaboración y el espíritu de servicio que están demostrando ante esta situación de excepcionalidad nuestros colaboradores, empresas de seguridad, el sector y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.