Dos vigilantes de seguridad privada del Metro de Madrid consiguieron salvar la vida, el lunes 18 de mayo, a una persona que estaba sufriendo un infarto. Los profesionales, que actuaron con rapidez, utilizaron uno de los más de 270 desfibriladores con los que cuenta el suburbano de la capital.
Los hechos ocurrieron en la estación de La Rambla, en la línea 7. Los vigilantes, que en esos momentos se encontraban haciendo la ronda, observaron cómo un viajero caía al suelo víctima de un infarto.
Rápidamente, los vigilantes del Metro de Madrid, en un ejercicio de colaboración, se pusieron en contacto con la jefa de estación, quien llamó al control de sala para que avisaran a una ambulancia.
En declaraciones al programa Mediodía Cope, uno de los vigilantes aseguró olvidarse de las recomendaciones sanitarias. “Ni se me pasó por la cabeza”, afirmó. “Cuando vimos que se caída, le dimos la vuelta, le limpiamos la sangre y comprobamos si reaccionaba», complementó.
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