El 21 de mayo de 2020 es un Día de la Seguridad Privada atípico por la crisis sanitaria del COVID-19. Sin embargo, es la fecha señalada para volver a reconocer la trascendental labor que desempeñan los profesionales del sector. Hoy es un día para recordar el trabajo que desarrollan decenas de miles de personas, especialmente de aquellas que han perdido la vida a causa del virus.
Desde que el Gobierno decretó el estado de alarma, el 14 de marzo, los profesionales de la seguridad privada están en primera línea para sumarse a la lucha contra la pandemia, en la zona más sensible de contagio. Por eso merecen un reconocimiento especial en este Día de la Seguridad Privada.
Los vigilantes de seguridad son la cara más visible (aunque no siempre reconocida) de un sector que está contribuyendo a garantizar el funcionamiento de los servicios esenciales. Los vemos en hospitales, centros de salud, supermercados, estaciones de transporte, puertos, aeropuertos, infraestructuras críticas y otras muchas instalaciones que se encargan de proteger. Incluso les hemos visto en otros entornos no tan habituales como, por ejemplo, la repartida de alimentos a personas necesitadas.
Profesionales de la seguridad privada
Junto con los vigilantes, también aportan una función imprescindible los equipos de los departamentos de seguridad. Con sus directores a la cabeza, están marcando la estrategia y gestionando los recursos ya no solo para superar las circunstancias actuales sino para afrontar de la mejor manera posible la vuelta a la “normalidad”. La continuidad del negocio y la resiliencia están más a prueba que nunca desde que comenzó la crisis, pero la experiencia demuestra que tenemos a grandes profesionales al frente de la seguridad de las empresas que desempeñan actividades esenciales estos días.
Y no olvidamos a otros tantos profesionales de la seguridad privada que están al pie del cañón y cuya actividad es igualmente relevante: detectives, operadores de centrales receptoras de alarmas, escoltas, instaladores y mantenedores de sistemas, transportistas de fondos, ingenieros que trabajan en soluciones que ayudan a luchar contra el COVID-19… Todos contribuyen a plantar cara al coronavirus.
La aportación de la seguridad privada seguirá siendo fundamental durante la desescalada de la crisis sanitaria, por lo que desde Seguritecnia animamos a los profesionales a continuar dando lo mejor de sí mismos. La lucha contra el COVID-19 no ha terminado, pero sin duda la seguridad privada seguirá formando punta de lanza contra la pandemia.
Para todos los profesionales de la seguridad privada vaya nuestro aplauso y reconocimiento, con el recuerdo especial de aquellos que han perdido su vida realizando su trabajo por la seguridad de los españoles. Feliz Día de la Seguridad Privada.
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