A medida que el mundo se conecta cada vez más, el Internet de las Cosas presenta nuevas oportunidades para las personas y las empresas. Pero para aprovecharlo al máximo, la industria de la seguridad debe pensar de manera diferente sobre cómo desarrolla soluciones y acepta el cambio. Los nuevos desarrollos se enfocan en el uso personalizado de las cámaras, que ya disponen de analíticas potentes y de inteligencia artificial, como dispositivos conectados, con un sistema operativo abierto que, estratégicamente instalados y con la adición de aplicaciones de software, servirán para los más diversos propósitos.
Usos de las cámaras
Las cámaras de seguridad se han venido utilizando habitualmente para realizar una sola función: capturar vídeo y reenviarlo al personal de vigilancia o a los operadores de seguridad que procesan su información en caso de una emergencia o acto criminal. Esto, a menudo, implica un trabajo manual, y los estudios muestran que solo se utiliza de manera efectiva el 10 por ciento de los datos.
Además, la videovigilancia se percibe como una gran inversión que principalmente representa una carga para el almacenamiento y la capacidad de la red (lo que genera mucha presión sobre esta inversión en seguridad, vista como gasto), en lugar de un sistema que puede ofrecer un gran retorno de la inversión cuando podemos utilizar el potencial oculto de los datos capturados (el otro 90%). Como consecuencia, la industria, en los últimos años, se replantea las cámaras IP de videovigilancia para disminuir la tensión en el concepto de seguridad como gasto y para aprovechar los datos para aplicaciones más allá de la seguridad.
El primer paso es asegurar que las cámaras puedan entender lo que ven y alertar de forma autónoma e instantánea si hay situaciones o amenazas que necesitan atención. En segundo lugar, hay que asegurarse de que la grabación de vídeo se pueda recuperar fácilmente al instante. Y que los profesionales de la seguridad cuenten con diferentes estadísticas basadas en el análisis de la escena que les permitan actuar de manera más rápida y eficiente ante determinadas situaciones y amenazas potenciales.
Y es que las cámaras de seguridad actuales son mucho más avanzadas. Equipadas con potentes procesadores y conectadas a Internet, están preparadas para realizar una amplia gama de funciones relacionadas con el vídeo, lo que facilita la vida privada y empresarial.
Durante los últimos cinco años, los fabricantes más punteros han priorizado el desarrollo de dispositivos que permitan tener acceso a los datos. De hecho, algunos de ellos incorporan la analítica de vídeo integrada como estándar en toda la gama de productos que fabrican. Esto supone un salto diferencial, pues permite al profesional tener un fácil acceso a los metadatos.
La analítica de vídeo integrada actúa como el “cerebro” de un sistema de seguridad, utilizando metadatos para agregar sentido y estructura a las imágenes de vídeo capturadas. Esto permite a las cámaras comprender lo que están viendo y alertar si hay amenazas en el momento en que ocurren. Dichos conocimientos ayudan a las empresas a mejorar la seguridad, aumentar la eficiencia, reducir los costes y crear un nuevo valor más allá de la seguridad.
El siguiente paso en la construcción de sistemas potentes y eficientes es la capacidad de adaptar la analítica de vídeo para cumplir con otros requisitos específicos de cada cliente o proyecto, que se convierten en únicos, y dejan de obtener soluciones estándar. Con la llegada de la inteligencia artificial, la cámara es capaz de aprender de manera automática, lo que permite a los integradores de sistemas adaptar el análisis de vídeo inteligente integrado para detectar objetos o situaciones de relevancia específica para los usuarios.
Esto encaja perfectamente en el mercado actual, ya que no existe una única solución cuando se trata de proteger a las personas y la propiedad, o de ofrecer datos para la inteligencia empresarial. La capacidad de entrenar la cámara es el siguiente paso lógico en la seguridad de vídeo de alta gama. Porque cuanto más sabe y puede aprender una cámara de vídeo, funcionará de manera más precisa y específica para la aplicación. De hecho, actualmente existen cámaras de alta gama que ya ofrecen estas funcionalidades de manera estándar, sin costes adicionales.
Futuro inmediato
¿Y el próximo paso, el futuro inmediato? Si deseamos reutilizar el cien por cien de los datos capturados para crear nuevos usos para las empresas, el siguiente paso lógico es introducir un principio de plataforma abierta. Este principio permite a los clientes utilizar los dispositivos de cámara de maneras diferentes a las previstas originalmente. Al ofrecer la posibilidad de agregar aplicaciones de software no de serie, los clientes pueden decidir qué información les gustaría reutilizar.
Este principio de plataforma abierta se basa en el enfoque que ha demostrado ser exitoso en el mercado informático y de dispositivos móviles, donde muchos desarrolladores de software y aplicaciones han aumentado sustancialmente el uso y las aplicaciones para los clientes y la industria. Por ejemplo, las aplicaciones de software brindan información inmediata, comunicación y conexión instantáneas, productividad laboral mejorada y tareas diarias simplificadas a un coste razonable y muy directamente relacionado con el rendimiento obtenido por su uso. Con la plataforma abierta de videovigilancia, estos beneficios ahora se extienden a las cámaras de seguridad.
También se promueven las alianzas entre los mejores fabricantes de los dispositivos (las cámaras) y de desarrolladores de software (las apps de reconocimiento, mapas de calor, marketing, sensorística) para obtener soluciones más potentes, fiables, seguras y asequibles.
Plataforma abierta
¿Qué pueden hacer las cámaras basadas en plataforma abierta? Con ellas, los clientes pueden definir qué cámara será y cómo funcionará. Será un sensor con una “utilidad” concreta, además de la capacidad de seguridad de la cámara o la tecnología analítica de vídeo y la inteligencia artificial. El cliente puede añadir una funcionalidad adicional agregando una de las múltiples aplicaciones de software. Estas aplicaciones se pueden desarrollar por sí mismas o seleccionarlas a través de una tienda de aplicaciones, un marketplace de aplicaciones para cámaras.
Gracias al principio de apertura total, los integradores de sistemas son libres de agregar aplicaciones disponibles en la tienda de aplicaciones, lo que hace que personalizar las soluciones de seguridad sea rápido y sencillo. Los desarrolladores de aplicaciones pueden simplemente crear aplicaciones basadas en un lenguaje común. Pero ¿qué pueden hacer estas cámaras con aplicaciones añadidas? Al añadir aplicaciones, la cámara de seguridad puede convertirse en un controlador de acceso basado en datos de vídeo. O la cámara puede convertirse en un sensor de incendios que puede detectar fuegos con anticipación basándose en datos de vídeo. Los clientes pueden decidir activar temporalmente una aplicación de software que detecta rostros o personas que usan máscaras faciales.
Utilizando la inteligencia incorporada de estas cámaras y combinándola inteligentemente con una o varias aplicaciones, la cámara actúa como un sensor que proporciona datos esenciales para varias aplicaciones. Al agregar o eliminar aplicaciones de la cámara, su funcionalidad cambia y ofrece un sólido retorno de la inversión.
Esto va a suponer una verdadera revolución para la industria de la seguridad y la protección, al permitir a los desarrolladores de aplicaciones, integradores de sistemas y otros (o nuevos) jugadores de la industria crear aplicaciones específicas para el cliente o personalizar fácilmente las soluciones de seguridad sin restricciones ni límites. Así se lleva la vigilancia más allá de la seguridad hacia un futuro de posibilidades que hoy solo podemos imaginar.
No obstante, como todo dispositivo del Internet de las Cosas, estas cámaras no están exentas del riesgo de acceso y uso indebidos; y más si cabe con el uso de sistemas operativos abiertos. De modo que es más relevante la selección por parte del usuario y el integrador de dispositivos con una seguridad reforzada en origen, elementos de encriptación en toda la cadena del flujo de los datos y protección de los mismos.
Bosch dispone, en este sentido, de Inteox, la plataforma con sistema operativo abierto para los desarrolladores que quieran crear e implementar soluciones específicas. Security & Safety Things es la tienda de aplicaciones donde se comercializan estos desarrollos para cámaras Inteox.