¿Cuál es el volumen de tráfico marítimo de pasajeros y carga que soporta la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife?
En 2019 estábamos moviendo en torno a 12 millones de toneladas de mercancías de todo tipo y más de seis millones de pasajeros. Una cifra muy significativa era pasaje en régimen de crucero, cuyo el volumen estaba en torno al millón de pasajeros anualmente, lo que suponía algo más de 500 escalas. El sector, obviamente, ahora está casi parado, con lo cual el año 2020 no fue indicativo.
De la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife dependen seis instalaciones. En Tenerife están adscritos el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, el de Granadilla y el de Los Cristianos. En la isla de La Palma tenemos el Puerto de Santa Cruz de la Palma. En La Gomera, gestionamos el Puerto de San Sebastián de La Gomera. Y en Valverde, en la isla de Hierro, tenemos el Puerto de la Estaca. En definitiva, son los puertos de interés general de la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
¿Cómo estructuran la función de seguridad para dar cobertura a todos esos puertos?
Tenemos una estructura multidisciplinar y multipuerto. Toda la seguridad y protección dependen de la Dirección de la Autoridad Portuaria, a través del área de Desarrollo Operativo. Por un lado, está la seguridad corporativa, la que yo represento, que vela porque todos los parámetros y políticas de seguridad de los diferentes puertos respondan en una misma línea. Después, tenemos en cada puerto un oficial de protección, que es también el jefe de zona portuaria. Es decir, entendemos que la seguridad debe ir de la mano de la explotación, con lo cual, en esa estructura descentralizada que tenemos, quien lleva la explotación o las operaciones también se hace cargo de toda la estructura de protección y autoprotección, incluyendo la propia policía portuaria.
¿Cuáles son las amenazas de seguridad a las que han de hacer frente habitualmente y cuáles las más preocupantes?
Coyunturalmente tenemos el problema de la migración. Estamos sufriendo una fuerte presión migratoria de África y ese es el principal problema ahora. Conocedores de este drama que estamos viviendo en territorio insular, estamos destinando muchos recursos, tanto humanos, como materiales y económicos. Porque no solo se trata de la recepción y la atención de los migrantes, sino que cuando las personas salen del recinto portuario, al final quedan las embarcaciones, lo que requiere trámites ulteriores que consumen muchos recursos.
Aparte, también tenemos los habituales incidentes en torno al recinto portuario; por ejemplo, la intrusión, el robo, los actos vandálicos, etcétera.
¿Cómo están abordado la pandemia del Covid-19 para continuar su actividad con garantías de seguridad?
Cuando el virus llegó tan precipitadamente, creamos un Plan de Reacción para tratar de mantener los servicios propios de la Autoridad Portuaria, lo cual se consiguió con mucha voluntad por parte de todos los empleados. Por otro lado, implantamos el teletrabajo en los casos necesarios. También reorganizamos los servicios, sobre todo en el caso de la policía portuaria, que es nuestra primera línea en el puerto y un pilar fundamental.
Se ha hecho un esfuerzo importante de reorganización, acompañado de la implantación de las herramientas que permiten el teletrabajo. Esto requirió también un esfuerzo importante por parte de nuestros compañeros del área de Sistemas de Información y Telecomunicaciones.
¿Cuáles son las principales diferencias entre los puertos canarios y los de la Península desde el punto de vista de la seguridad?
Los territorios insulares que abarca la Autoridad Portuaria de Tenerife tienen una característica que siempre repetimos: que el tráfico que se genera en nuestros puertos es como un metro o un tren de cercanías de un territorio peninsular. Nosotros nos movemos entre las principales ciudades de la provincia a través de las infraestructuras portuarias.
Es por ello que el concepto de seguridad se aproxima mucho a ese modelo. Tiene que ser un modelo muy ágil en el que no se retrasen las operaciones en embarque y desembarque. Estamos hablando de buques que cargan y descargan el pasaje, los vehículos y su mercancía en 20 minutos, con lo cual difiere bastante de otro concepto de puerto donde no se genera esa alta frecuencia de tráfico.
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