El índice de ocupación de viviendas es uno de los temas recurrentes de conversación en España. Desde la crisis financiera de 2008 el número de viviendas ‘okupadas’ no deja de ascender, rozando las 100.000 en la actualidad. Este asunto es una fuente constante de preocupación para los dueños de segundas viviendas urbanas y vacacionales, en riesgo de ser ‘tomadas al asalto’. Por eso te explicamos aquí qué son y cómo funcionan las alarmas anti-okupas.
¿Sirve de algo tener una alarma ‘anti-okupas’?
La respuesta es afirmativa. Una alarma doméstica conectada con una Central Receptora de Alarmas (CRA) es el mejor modo de impedir la ‘invasión’ de una propiedad vacía. El sistema de alarma transmite información constante a la CRA a la que está acoplada. Las etapas defensivas ante un intento de ‘okupación’ son las siguientes:
- Los mecanismos de detección de la alarma avisan de una presencia no autorizada
- La alarma ‘salta’, es decir, se acciona, enviando una señal a la central de la correspondiente empresa de seguridad, acompañada de imágenes en tiempo real.
- Un técnico contacta con el propietario para ponerle al tanto de la situación
- En caso de constatarse el allanamiento, se comunica a la policía, que retira a los intrusos de la vivienda.
¿Cuál es la estrategia ‘anti-okupas’ más eficaz?
Oímos hablar constantemente de las empresas dedicadas al desalojo de okupas ilegales, pero del mismo modo que sucede con los incendios forestales, la mejor táctica es la prevención. Una alarma implica un desembolso económico apreciable. Pero esta cifra es muy inferior a los gastos de reparación y desalojo de una propiedad ‘okupada’. Es frecuente que el propietario deba pagar facturas desorbitadas de electricidad, agua y gas. A esto se suman con frecuencia las minutas de los abogados contratados para gestionar los trámites judiciales correspondientes
¿Por qué una alarma ‘anti-okupas’ es el sistema más útil?
- La alarma señalada con un cartel exterior es un método disuasorio.
- Un allanamiento lo detecta la alarma en tiempo real.
- El desalojo de una propiedad protegida con alarma lo hará la propia policía de manera inmediata.
- Este rápido proceso evita todos los gastos derivados de una ‘okupación’.
¿Cuánto cuesta este tipo de alarma?
Las alarmas ‘anti-okupas’ no tienen un precio fijo, porque este varía en función de las particularidades del domicilio. Es decir, los rasgos que lo puedan hacer más indefenso y la clase de seguridad que se pretenda tener. Pero hay dos modalidades de alarma que se ofrecen por importes diferenciados: con cuotas y sin cuotas.
Las alarmas sin cuotas son más baratas, porque no tienen conexión con la Central Receptora de Alarmas. En caso de una invasión de la vivienda, este tipo de alarma ‘anti-okupas’ no avisa instantáneamente a la Policía.
En cambio, las alarmas con cuotas garantizan el contacto veloz con la Central Receptora. Esto influye en lo que vas a pagar por tu alarma contra allanadores de viviendas. Esta clase de mecanismo detector de intrusos conlleva el desembolso de una cantidad mensual, que incluye el mantenimiento, el enlace permanente con la central y la notificación a la Policía.
¿De qué depende el precio de las alarmas con cuotas?
- Cantidad fija mensual: El precio medio actual ronda entre 30€ y 60€ al mes.
- Tenencia del sistema: El contrato de utilización de una alarma con cuotas indica si el cliente la alquila, la compra o dispone de ella gratis. Si optas por adquirirla, tu sistema de alarma te puede costar entre 300€ y 500€.
- Precio de la instalación: Lo habitual es que esto se incluya en la cuota mensual. El importe estará entre 50€ y 150€ si lo pagas por separado.
Cómo personalizar tu alarma
Ten en cuenta que los equipos de alarma se pueden adaptar a tus necesidades. Los catálogos incluyen abundantes posibilidades opcionales que permiten configurar tu sistema individualizado. El mejor modo de averiguar qué tipo de mecanismo es el idóneo para defender tu casa, debes acudir a un experto en evaluar las circunstancias de la vivienda: localización, tamaño, tipo (chalé o piso).
Ten en cuenta que cada vez es más común disponer de una tecnología doméstica personalizada que puedas manejar desde donde estés. Es decir, el modelo futuro de vivienda va a estar mecanizado y conectado a la red: una casa inteligente que el propietario o propietaria controle desde cualquier lugar del planeta vía Internet con un teléfono móvil o equivalente. Los aparatos de una casa inteligente están interconectados en red, lo que permite teledirigir la temperatura, la iluminación, la videovigilancia y los sistemas de alarma.
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