Los tres días que ha durado la Cumbre de Madrid han sido tan intensos como breves. Pero de esta Cumbre ha salido una OTAN que no es la misma. ¿Cómo es la OTAN nueva que salió de ese encuentro en Madrid? Es una OTAN inédita, más fuerte, aunque más versátil; más unificada, pese a su mayor tamaño. Los analistas han hablado de la cordialidad y el buen ambiente entre los líderes reunidos, pero el trasfondo de estas jornadas euroatlánticas ha sido de profunda preocupación.
Por qué la OTAN de Madrid ya no es la OTAN de Lisboa de hace diez años
El mundo de hoy no es el mundo de hace una docena de años, cuando en 2010 la OTAN lanzó durante la Cumbre de Lisboa su ‘Concepto Estratégico’ o autodefinición anterior. La Alianza Atlántica de hace una década era más oficialista, más burocrática y más simbólica. No en vano declaraba ser una comunidad sin parangón, guiada por la libertad, la paz, la seguridad y unos valores democráticos compartidos.
Paz Fría en la Cumbre Madrid 1997 y Segunda Guerra Fría en la Cumbre Madrid 2022
En la primera Cumbre OTAN de Madrid, en 1997, con su entonces secretario general Javier Solana como maestro de ceremonias, se celebraba el final de la Guerra Fría, que había sido en 1991. Un cuarto de siglo después, en esta segunda Cumbre OTAN de Madrid se ha vislumbrado la Segunda Guerra Fría. El presidente de Georgia, Eduard Shevardnadze, dijo en su discurso de Madrid de 1997 que si tras la Guerra Fría el mundo lograba abrirse paso entre los témpanos residuales, lograría crear un sistema de seguridad planetario, con valores comunes y una cosmovisión única. Citaba la ‘Paz Fría’ de la que alertaba Boris Yeltsin, el entonces presidente ruso, como una posibilidad muy real.
La OTAN designa a Rusia un peligro para Occidente
«La zona euroatlántica no está en paz«, declara sin rodeos el documento del Concepto Estratégico de la OTAN acordado en Madrid el 29 y 30 de junio. «La Federación Rusa ha violado los principios y normas que forjaron un orden europeo firme y previsible. No podemos descartar una ofensiva contra la soberanía y la estabilidad territorial de los países miembros de la Alianza». La OTAN manda un mensaje claro a Vladimir Putin. Alude implícitamente a las ya célebres palabras del presidente estadounidense Joe Biden en la clausura de Madrid: «Putin pretendía lograr la ‘finlandización’ de Europa, para convertirla en una gran zona neutral, pero lo que ha conseguido es ‘otanizar’ a Europa entera«. El 30 de junio, al hacer una recapitulación de la Cumbre de Madrid, aseguró que Europa está más unida tras la invasión rusa.
Una OTAN nueva post-Madrid en un mundo nuevo post-Ucrania
La Alianza Atlántica parece haber resucitado de esa ‘muerte cerebral’ que le atribuía el presidente francés Emmanuel Macron en noviembre de 2019, aludiendo a la retirada de EEUU del escenario mundial bajo Donald Trump. Paradójicamente, Rusia ha sacado a la Alianza Atlántica de ese estado vegetativo denunciado por el líder galo. En efecto, no se ha hablado en Madrid de ideas atlantistas solemnes pero huecas, sino de proyectos estratégicos precisos y cruciales.
Una nueva OTAN de puertas abiertas y ojos bien abiertos ante los posibles peligros
En alusión lineal a Ucrania, pero también a Finlandia y Suecia, el documento de Madrid proclama que mantiene abiertas las puertas para todas las democracias del mundo que compartan sus valores. Entre los temas abordados destacan la inclusión de China como amenaza global, el nexo Rusia-China como opuesto a los intereses de la Alianza, el flanco sur de Europa como zona a vigilar, la ciberseguridad euroatlántica y la intención de potenciar el rol de las mujeres en las fuerzas armadas. Efectivamente, Putin ha sacado a la OTAN de ese estado comatoso que le atribuía Macron. Y ha sido en Madrid donde se ha podido comprobar que la Alianza está bien despierta.
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