En 2019 se registraron 1.098 víctimas mortales en las carreteras españolas, cifra que supone un descenso del 7,6% en comparación con 2018. Asimismo, se registraron menos ingresos hospitalarios como consecuencia de un accidente de tráfico. Concretamente, 4.395 heridos graves requirieron asistencia sanitaria tras un siniestro, un 3,8% menos que el año anterior.
Estos datos se dieron a conocer, ayer jueves, en la presentación del Balance de accidentalidad vial 2019. Durante la misma, el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, recordó que las cifras son provisionales y relativas a las víctimas contabilizadas hasta las 24 horas posteriores a un accidente. Y observó que dicho periodo se ampliará a 30 días en la versión definitiva del balance, lo cual facilitará disponer de una radiografía más completa de la siniestralidad vial en España.
Además, Grande-Marlaska hizo hincapié en que el descenso de la siniestralidad registrado en 2019 supone un mínimo histórico. Y que la disminución de víctimas mortales y heridos graves se ha producido en un contexto caracterizado por el incremento del número de vehículos (2,2%), conductores (1,3%) y desplazamientos de largo recorrido (2,5%).
Radiografía de la accidentalidad
En cuanto al tipo de vía, cabe destacar la disminución de accidentes mortales (-9,5%) en vías convencionales. Una bajada en la que, según el ministro del Interior en funciones, la reducción del límite de velocidad a 90 km/h ha tenido mucho que ver. Aun así, conviene recordar que las carreteras secundarias siguen siendo las más peligrosas y en las que mayor número de víctimas mortales se registran (el 73% de los fallecidos).
Por tipo de accidente, la salida de vía fue el siniestro que concentró más víctimas mortales (39%) en 2019, seguido de las colisiones frontales (23%), las colisiones frontolaterales (12%), los atropellos a peatones (11%) y las colisiones traseras (9%).
En lo referente a la edad, dos de cada 10 fallecidos tenían entre 45 y 54 años. Y en un porcentaje casi similar, la segunda franja de edad que más víctimas mortales se cobró la carretera fue la correspondiente a los mayores de 65 años. En este apartado, es preciso resaltar el progresivo descenso de fallecidos en los jóvenes con una edad de entre 15 y 24 años (del 15% hace una década se ha pasado al 10% en 2019).
Usuarios vulnerables
Por lo que respecta a las víctimas mortales pertenecientes a colectivos vulnerables, el año pasado representaron el 40% del total de fallecidos, mientras que en 2009 suponían el 30%. De manera especial, preocupa el incremento del número motoristas que perdieron la vida en la red viaria: 246 víctimas mortales, esto es, 47 más que el año anterior. Y en 2019 también aumentó el número de ciclistas fallecidos (cuatro más que en 2018). Afortunadamente, se contabilizaron menos víctimas mortales entre los usuarios de ciclomotores y los peatones.
Cinturón de seguridad y casco
En materia de prevención, en la presentación del Balance de accidentalidad vial 2019 se puso especial énfasis en el cinturón de seguridad y el casco. En el caso del primero, el 20% de los fallecidos que viajaban en turismo y furgoneta no lo llevaba puesto en el momento del siniestro. De haberlo utilizado, se estima que el 50% de las víctimas mortales podría haberse salvado. Y en lo relativo al casco, 11 motoristas y 16 ciclistas fallecidos tampoco hacían uso de él cuando sufrieron el accidente.
Estrategia Española de Seguridad Vial
De cara a seguir disminuyendo el número de accidentes mortales en la red viaria de nuestro país, el Ministerio del Interior y la Dirección General de Tráfico (DGT) están trabajando en la elaboración de la Estrategia Española de Seguridad Vial 2021-2030. La misma estará alineada con las directrices de la Unión Europea y con los acuerdos de la Conferencia Ministerial Mundial sobre Seguridad Vial, que se celebrará en Estocolmo el próximo mes de febrero.
Igualmente, las políticas de seguridad vial pasan por colaborar con los municipios; implementar medidas especiales para reducir la siniestralidad en el colectivo de los motoristas; modificar el permiso por puntos y reformar el Reglamento General de Circulación; seguir vigilando las principales conductas de riesgo, y hacer cumplir la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.
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