El sector de la construcción se ha convertido en un blanco fácil para los robos. La constante salida y entrada de personal, las rotaciones frecuentes, la naturaleza temporal de los proyectos o el incremento del valor de los bienes han creado condiciones propias para este tipo de delitos. De hecho, siete de cada 10 trabajadores de la construcción fueron testigos de robos al menos una vez al año, provocando retrasos en al menos un tercio de los proyectos y sobrecostes para la empresa constructora, según ha revelado el informe Amenazas ocultas: Barómetro del Crimen en la Construcción 2024, desarrollado por BauWatch.
Además, según estos trabajadores encuestados, la situación ha empeorado en el último año. «La mejor manera de minimizar el impacto de los robos es disuadir a los delincuentes de entrar en absoluto, por lo que abogamos por la adopción de medidas de seguridad preventivas para proteger al personal, salvaguardar las
inversiones y mantener los plazos de los proyectos», ha señalado Ignacio González, director de BauWatch España, al respecto.
Criminalidad en el sector de la construcción
No obstante, el informe ha dejado otra serie de conclusiones sobre la criminalidad en el sector de la construcción. En concreto, el 62 por ciento de sus trabajadores ha destacado la sofisticación de los delincuentes en sus actos vandálicos, incluyendo los robos, la violencia física, el acoso y el vandalismo.
Asimismo, la mitad de los participantes ha asegurado que el modus operandi más común del robo en la construcción es oportunista. Por ejemplo, ladrones que buscan artículos a la vista que son más fáciles de interceptar, como el combustible o el cableado. De hecho, solo un 19 por ciento de las sustracciones son preparadas por alguien que conoce muy bien el emplazamiento o se hace pasar por “personal legítimo” de la obra.
Grandes pérdidas
Todo esto está generando grandes pérdidas en el sector, donde un tercio de los proyectos se han retrasado debido a la delincuencia, según ha señalado BauWatch. En este sentido, también ha destacado el retraso en el desarrollado de infraestructuras críticas como el ferrocarril debido a la falta de cobre y cable, dos de los productos más buscados por los ladrones.
Sin embargo, los trabajadores son los que se llevan la peor parte de la falta de seguridad. A este hilo, el informe ha concluido que un 40 por ciento de los trabajadores se ha quedado sin dinero al tener que reponer herramientas robadas, afirmando que «sufrir un robo es su mayor temor».
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