El pasado 5 de agosto entró en vigor el Real Decreto 734/2020, de 4 de agosto, por el que se desarrolla la estructura orgánica básica del Ministerio del Interior. De esta forma, se actualizan las funciones atribuidas a los órganos directivos, hasta el nivel orgánico de subdirección general. Todo ello, según el documento, “con el fin de conseguir la máxima eficacia y racionalización en el cumplimiento de sus objetivos”.
Una de las principales novedades aprobadas se refiere a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. Esta deja de estar incluida entre los órganos dependientes de la Secretaría de Estado de Seguridad y pasa a depender directamente del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Aparte de este cambio, se lleva a cabo en esta Secretaría una mejor distribución y clarificación competencial, corrigiendo el solapamiento que existía entre las funciones asignadas a la Dirección General de Ejecución Penal y Reinserción Social y las competencias propias del Secretario General. También se realiza un cambio de denominación en algunos de sus órganos directivos para dotarlos de una mayor adaptación a las competencias ejercidas.
CNPIC recupera su denominación original
En el ámbito de la Secretaría de Estado de Seguridad, el Real Decreto recoge ciertas mejoras técnicas en la enumeración de sus funciones. Además, establece un cambio de denominación en uno de los órganos dependientes del Gabinete de Coordinación y Estudios. Se trata del Centro Nacional de Protección de Infraestructuras y Ciberseguridad (CNPIC), que recupera su denominación inicial, Centro Nacional de Protección de Infraestructuras Críticas.
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
En cuanto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad también se producen modificaciones. En el ámbito de la Dirección General de la Policía, el cambio afecta a la Dirección Adjunta Operativa, de la cual va a depender la División de Operaciones y Transformación Digital, anteriormente denominada Jefatura Central de Operaciones, y a la que se le asignan funciones en materia de coordinación, gestión y supervisión en el ámbito de la operatividad policial y de planificación estratégica en materia de transformación digital.
Por su parte, en la Dirección General de la Guardia Civil, el cambio más relevante es la creación del Mando de Fronteras y Policía Marítima. Eso sí, este organismo se crea con nivel orgánico de subdirección general y a cargo de un Teniente General de la Guardia Civil. Según el Real Decreto, “la situación migratoria actual, unida a la pandemia del COVID 19 y a la previsible tendencia para un futuro a medio y largo plazo del fenómeno migratorio, hace prever que los flujos migratorios aumentarán considerablemente, tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico”. Por este motivo, se unifica en una sola las dos autoridades de coordinación que existían. Todo ello para hacer frente a la inmigración irregular en Canarias, y en la zona del Estrecho de Gibraltar y mar de Alborán.
Otras modificaciones
Finalmente, otros cambios destacados que también afectan a la estructura del Ministerio del Interior tienen que ver con:
- La Dirección General de Relaciones Internacionales y Extranjería, que se modifica la redacción de sus funciones para reflejar de forma precisa las que ya ejercía.
- La Dirección General de Política Interior, que incorporan mejoras técnicas y actualizaciones en la enumeración de sus funciones.
- La Dirección General de Tráfico, que revisa la redacción de algunas de sus funciones.
Todo ello, según establece el Real Decreto, siguiendo “principios de necesidad, eficacia, proporcionalidad, seguridad jurídica, transparencia y eficiencia”.
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