El terrorismo no cesó en Europa durante la pandemia. Muy al contrario, la actividad terrorista fue intensa, con un número de intentos o atentados consumados superior a 2019. A pesar del confinamiento y las restricciones impuestas por los gobiernos del continente, tuvieron lugar 121 ataques completados, fallados o frustrados por la policía. Un total de 57 de ellos se cometieron en la Unión Europea, 62 en el Reino Unido y dos en Suiza. Unas cifras parecidas a las de hace un par de años, cuando se produjeron un total de 119 atentados (64 de los cuales tuvieron lugar en Reino Unido).
Los atentados terroristas costaron la vida a 25 personas en Europa, nueve de ellas por ataques perpetrados por terroristas de extrema derecha y 16 por el terrorismo yihadista. «Con la excepción del asesinato selectivo del profesor de escuela en Francia, el 16 de octubre de 2020, el resto de víctimas de estos ataques parecen haber sido seleccionadas al azar», señala el informe de Europol EU Terrorism Situation and Trend Report (TE-SAT) 2021. Esto supone que el modus operandi no varió respecto a 2019. La mayor parte de las acciones están ejecutadas por individuos solitarios influenciados o apoyados por grupos terroristas de diferente corte.
«Debido a las restricciones anti-COVID-19 en la vida pública, las oportunidades de perpetrar ataques terroristas con un gran el número de víctimas disminuyó, ya que muchos objetivos blandos, como eventos, museos, iglesias o estadios, estuvieron cerrados o solo accesibles a un pequeño número de personas. Incluso antes de 2020, sin embargo, los ataques yihadistas han sido predominantemente dirigidos a personas al azar en espacios públicos, y los ataques yihadistas en 2020 no parecen diferir sustancialmente de los de años anteriores», señala el estudio de Europol.
Aumento del proselitismo ‘online’
El documento alerta, no obstante, del incremento de la propaganda terrorista y la manipulación a través de Internet durante la pandemia, especialmente de las redes sociales. Los terroristas aumentaron la cantidad de mensajes difundidos en la Red con el objetivo de propagar su ideología y explotar la insatisfaccion social con las medidas adoptadas por los gobiernos para luchar contra el COVID-19.
Extremistas y terroristas aprovecharon las circunstancias para elaborar su narrativa. Siempre según el informe de Europol, los grupos yihadistas, por ejemplo, difundieron que la pandemia era un castigo de Dios a los infieles, incitando a sus seguidores a cometer atentados. Los extremistas de derechas basaron sus argumentos en supuestas conspiraciones y una retórica antisemitista, auntiinmigración y antiislamista. Por su parte, la extrema izquierda y anarquistas centraron sus mensajes en las medidas restrictivas de los gobiernos.
«El dominio online desempeña un papel crucial a la hora de permitir la difusión de propaganda terrorista y extremista. En un mundo que se ha vuelto considerablemente más digital, es imperativo atacar la propagación de odio y de ideologías violentas difundidas por este medio. Compartiendo información en tiempo real y utilizando los últimos avances tecnológicos dentro de un sólido marco de protección de datos, podremos mejorar aún más la manera en que luchamos juntos contra el terrorismo», apunta Catherine De Bolle, directora ejecutiva de Europol.
Otra de las preocupaciones que destaca el informe es el impacto de la pandemia en la salud mental de posibles terroristas. La organización policial considera que existe el riesgo de que la situación creada suponga un factor de estrés adicional para sujetos radicalizados con enfermedades mentales. Este efecto «podría contribuir potencialmente a la autoradicalización», motivada por el aislamiento social, el incremento de la exposición a los mensajes online o la insatisfacción con las medidas anticovid, entre otros.
Consulta el informe completo de Europol sobre la situación del terrorismo en Europa.
Archivado en: