El guarda rural es el profesional de la seguridad privada que tiene varias funciones asignadas desde el Ministerio del Interior. En términos generales sus labores están enfocadas en la protección de zonas rústicas en España. Dentro de la seguridad privada, es el único profesional que puede ejercer su actividad de forma autónoma como guarda particular de campo o dentro del régimen general habilitado como guarda rural.
Funciones del guarda rural
Como hemos mencionado antes, estos profesionales ejercen sus funciones de vigilancia y protección de bienes y personas en fincas rústicas. Además, se ocupan de las instalaciones agrícolas, industriales o comerciales que estén dentro de estas zonas. En cuanto a las fincas de caza, los guardas rurales ejercerán sus funciones en cuanto a los distintos aspectos del régimen cinegético.
Sus labores van desde establecer sistemas de patrullas en los terrenos a vigilar, prevenir y ayudar en trabajos de extinción de incendios forestales o colaborar en la ejecución de planes de conservación de los ecosistemas. En la actualidad, las funciones de los guardas rurales son inspeccionados y reciben un control de la Guardia Civil.
En cuanto al uso de armas de fuego, los guardas rurales pueden realizar sus funciones si la delegación o subdelegación de gobierno otorga una autorización previa. Para trabajar con estas armas deben obtener la licencia C siguiendo todo el proceso que exige el Reglamento de Armas.
Pasos previos
Para ser guarda rural, los aspirantes necesitan una formación previa que está dividida en módulos profesionales. Una vez acreditados con la tarjeta de identidad profesional, y cumpliendo todos los requisitos solicitados, ya pueden presentarse a las pruebas de selección que convoca la Secretaría de Estado de Seguridad.
Por su parte, en la especialidad como la de guarda de caza, los cursos de formación contemplan unos módulos que son específicos para estos profesionales.
¿Cuánto gana un guarda rural?
El sueldo de un guarda rural varía dependiendo de una serie de factores, como sucede con el resto de funcionarios. De manera habitual, el salario medio de los guardas rurales ronda los 1.400 euros al mes. Pero esta cifra puede diferir sustancialmente de acuerdo a las circunstancias.
Esas diferencias económicas vienen dadas por los complementos salariales. Estos están relacionados con la antigüedad, los trienios, la turnicidad, la nocturnidad y el destino, entre otras cuestiones. Si estos aspectos son aplicables, los profesionales pueden recibir una retribución mayor de la predeterminada.
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