El pasado año 2021 registró un incremento del 14 por ciento de las agresiones sufridas por parte del personal sanitario. Así lo demuestran los últimos datos expuestos por la Unidad Central de Seguridad Privada de la Policía Nacional.
Según puso de manifiesto dicha Unidad en una presentación llevada a cabo el 3 de marzo, las causas de este repunte pueden deberse al retorno de la atención sanitaria presencial, a lo que se le une la vigilancia del cumplimiento de las medidas sanitarias a raíz de la pandemia. No obstante, los agentes señalaron también la labor de concienciación de los interlocutores policiales sanitarios. Una tarea que «está impulsando la interposición de denuncias como única fórmula para visibilizar y poder evaluar realmente la dimensión del problema».
El mencionado crecimiento de las agresiones al personal sanitario ha frenado la tendencia a la baja de los años anteriores. Eso sí, la situación provocada por el COVID-19 ayudó, y mucho, a conseguir esta tendencia. No en vano, estos datos continúan estando por debajo de los ofrecidos en 2019, último año en el que no hubo pandemia.
El personal sanitario que más agresiones sufre
Los datos de la Unidad Central de Seguridad Privada muestran que en total se interpusieron 225 denuncias. La mayoría de ellas, concretamente el 48 por ciento, se correspondieron a agresiones físicas. El colectivo que aglutinó un mayor número de denuncias fue el de los médicos (un 58% del total), seguidos por los enfermeros (27%) y los técnicos (15%).
En cuanto a los números en bruto, Málaga y Madrid fueron las provincias con mayores cifras de denuncias por agresión; ambas con 23. Además, los agentes tuvieron que realizar un total de 9.000 intervenciones tanto en hospitales como en atenciones sanitarias domiciliarias.
Y en relación con los momentos en los que el personal sanitario sufre más agresiones, destaca el martes entre las 10 y las 12 horas. En concreto, un varón de entre 36 y 55 años y de nacionalidad española suele ser el perfil más común. También destaca este mismo perfil en el género femenino.
Formación y actividades
Desde la Unidad Central de Seguridad Privada destacan también su labor de formación como uno de los elementos que ha conllevado este incremento de las denuncias. De hecho, la labor de los interlocutores policiales sanitarios ha llegado a más de 2.000 profesionales de la salud y de la seguridad durante el pasado año. En total son ya más de 12.000 los profesionales formados desde la puesta en marcha de esta figura.
Pero la actividad de la Policía Nacional no se queda ahí. El Cuerpo llevará a cabo nuevas medidas para conseguir que un mayor número de profesionales relacionados con la salud denuncie. Por ejemplo, consolidará las actividades formativas en el ámbito universitario para adquirir herramientas destinadas a prevenir agresiones por parte de los futuros sanitarios. Además, organizará una campaña de sensibilización que incluirá guías, vídeos explicativos y cartelería que muestren recomendaciones y herramientas para prevenir las agresiones.
Por otro lado, intensificará la colaboración con colegios profesionales en materia de formación. Y elevará una propuesta para modificar la Instrucción 3/2017 de la Secretaría de Estado de Seguridad del Estado sobre medidas policiales a adoptar frente a agresiones a profesionales de la salud con el objetivo de asumir más competencias y extenderla a más profesiones que realicen funciones en dicho ámbito.
Por último, cabe destacar la propuesta de adaptación al ámbito sanitario del protocolo de denuncias in situ con el que ya cuenta el sector comercial.
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