La Policía Nacional cuenta con ochenta y cinco agentes formados para portar pistolas táser en Madrid. Concretamente, se trata de la Unidad de Prevención y Respuesta (UPR), especializada en la prevención o restablecimiento del orden y la seguridad ciudadana, que junto a otras unidades se han habilitado como operadores de este tipo de inmovilizadores eléctricos en la vía pública.
Además, la Policía Nacional ha señalado que todos los agentes que integran la Red Nacional de Especialistas de Armamento y Tiro están habilitados como instructores para formar a otros policías en el uso de estas pistolas táser. Este tipo de armas se usan en países occidentales como Alemania, Reino Unido, Canadá, EEUU y Noruega.
Apoyo sindical
Varios sindicatos policiales han defendido esta dotación armamentística, ya que llevaban varios años exigiéndola. En este sentido, JUPOL, el sindicato mayoritario de la Policía Nacional, ha solicitado que se repartan pistolas táser más allá de Madrid y de la UPR, puesto que aún hay pocas armas de este tipo.
Por otro lado, el SUP (Sindicato Unificado de Policía) ha recalcado que «los medios de defensa intermedios llegan poco a poco a las unidades», recordando la petición de incorporar tanto pistolas táser como porras extensibles, además de una «formación adecuada que aumente la seguridad en intervenciones y se minimicen los daños»
Las pistolas táser en el otro cuerpo policial español: la Guardia Civil
La pistola incapacitante de estilo táser es un método de intervención operativa relativamente reciente en la Guardia Civil. Iniciado en 1998, se basa en el empleo regresivo de la fuerza. Este artefacto lleva incorporado un dispositivo audiovisual que permite grabar cada actuación del agente que los usa. Esto garantiza la seguridad jurídica del funcionario policial implicado en las operaciones correspondientes.
Este tipo de arma, cuyo nombre técnico es Dispositivo Electrónico de Control (DEC) ya formaba parte del equipamiento de la Policía Nacional. Incluirla en el procedimiento operativo era una reivindicación histórica del cuerpo para permitir inmovilizar a los delincuentes sin usar armas de fuego ni provocar lesiones.
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