El sector de la protección contra incendios vive momentos complicados. La actividad de este mercado se redujo a la mitad durante el estado de alarma, llegando incluso a descender un 90 por ciento durante el periodo de parón de la economía. Es decir, los proyectos, instalación, mantenimiento, comercialización de soluciones, etcétera, quedaron en límites nunca antes vistos. Son datos ofrecidos por la asociación Tecnifuego, que acaba de hacer balance del impacto económico del Covid-19 en el sector de la protección contra incendios.
La asociación espera un efecto rebote para este año, si bien no cree que la recuperación llegue al cien por cien respecto a etapas anteriores. Tecnifuego prevé que «como máximo», la actividad aumente un 80 por ciento. «Actualmente hay una gran incertidumbre sobre el futuro próximo, el 56 por ciento de las empresas de la industria en general tienen previsto prescindir de personal en el otoño», afirma la entidad.
Reactivación de la protección contra incendios
Ante la situación, Tecnifuego ha elaborado un plan estratégico para restituir la actividad del sector. La asociación plantea diversas propuestas como el aplazamiento de pagos a la Seguridad Social, incluir todos los CNAE de la actividad de protección contra incendios en la primera línea de concesión de las líneas de crédito ICO, agilizar la normativa que está en trámite, la vigilancia del mercado y control de las instalaciones o agilizar las suspensiones y sanciones en caso de no cumplimiento.
Otras propuestas pasan por el fomento de la contratación pública y los presupuestos de licitación, así como acelerar la ejecución de obras ya adjudicadas, llevar a cabo políticas de incentivos y de internacionalización o establecer medidas para atajar la morosidad.
«Debemos insistir en que la instalación y el mantenimiento de las instalaciones de protección contra incendios han de ser realizados siempre por empresas especializadas y homologadas, que cumplan los requisitos de la reglamentación (RIPCI)», añaden desde la asociación.
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