El robo y el hurto son delitos tipificados en el Código Penal español, pero se distinguen por la forma en que se cometen y su gravedad. Como veremos a continuación, la diferencia clave estriba en el uso de fuerza, violencia o intimidación, así como en las penas asociadas.
Robo y hurto: ¿Cuáles son las diferencias?
- Robo. Implica la sustracción de bienes ajenos con ánimo de lucro, pero con el uso de fuerza, violencia o intimidación contra las personas. El término «fuerza en las cosas» puede aludir a romper cerraduras, escalar o usar herramientas para acceder a un lugar cerrado. La violencia o intimidación conllevan amenazas o agresiones contra el dueño o a un tercero durante el acto delictivo.
- Hurto. También es la sustracción de bienes ajenos con ánimo de lucro, pero sin recurrir a la fuerza, violencia o intimidación. Es un delito que se comete de un modo más sutil, como tomar un objeto sin ser visto ni superar los límites del consentimiento del propietario.
Gravedad y penas del robo y el hurto
El robo se considera más grave que el hurto debido al uso de violencia o fuerza. Las penas para el robo pueden variar según las circunstancias, pero suelen incluir prisión de 1 a 5 años o más, dependiendo de si hubo agravantes como el uso de armas o la participación de una banda organizada. En el caso del hurto, si el valor de lo sustraído no supera los 400 euros, se trata de un delito leve, castigado con una multa. Sin embargo, si supera esta cantidad, el hurto se considera delito y puede llevar a penas de prisión de 6 a 18 meses. Un robo puede implicar un riesgo para las personas, mientras que el hurto suele ser menos agresivo. Sin embargo, ambos delitos pueden agravarse si se cometen en circunstancias específicas, como en viviendas habitadas o por grupos organizados.
Candeleda: hurto reincidente normalizado y con el culpable en libertad
La tipificación de estos dos delitos puede ocasionar paradojas como la de Candeleda, localidad del sur de Ávila donde los robos con fuerza en viviendas han descendido notablemente entre 2023 y 2024. En paralelo, durante las mismas fechas se ha producido en la misma zona una oleada de hurtos (robos sin fuerza), con decenas de casos de sustracción de objetos de valor que van desde coches hasta joyas y dinero en metálico. La paradoja es que la Guardia Civil no alcanza a percibir problemas en la situación, dado que el delito grave es el robo, pero las víctimas de los hurtos se sienten indefensas, no solo físicamente, sino también desde la perspectiva de sus escasas posibilidades legales de exigir una mayor eficacia por parte de las fuerzas de seguridad.
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