Para implementar la protección de un organismo, empresa o edificio son necesarias tanto la seguridad física como la seguridad lógica, dos vertientes imprescindibles en un plan de seguridad.
En qué se distinguen la seguridad física y la seguridad lógica
Básicamente, lo que distingue a la seguridad física tradicional de la más reciente seguridad lógica es que la primera protege el espacio presencial y todo lo que contiene, mientras la segunda protege el acceso a los sistemas de información. La seguridad convencional evita y disuade a los atacantes de ingresar a un edificio con alarmas, cámaras, vigilantes de seguridad, controles de acceso electrónico, sistemas de detección y restricción de entradas. Por su parte, la seguridad digital protege los sistemas de información, dificultando el acceso ajeno con identificaciones digitales, contraseñas, autenticación y datos biométricos.
Por regla general, la seguridad física alude a puertas de entrada controladas, videovigilancia y otras medidas tangibles. La seguridad lógica se utiliza habitualmente para definir medidas electrónicas de control de intrusiones en el sistema operativo o en las capas de la red, como los cortafuegos, enrutadores y conmutadores.
Qué es la seguridad integral
Hoy día estos dos tipos de seguridad forman un todo integral, que aplica el análisis de riesgos a todas las disciplinas de la actividad de la protección, sea en su modalidad física o lógica, de manera ambas formen un conjunto indivisible. A esta confluencia se le llama seguridad integral, ya que los sistemas que proporcionan seguridad digital tienen algunas medidas de la seguridad tradicional.
En el pasado, los ámbitos de la seguridad física y lógica mantenían existencias separadas, con profesionales de características específicas, con metas dispares y desniveles de contenido que impedían la confluencia. Pero estos dos sectores han experimentado un notable desarrollo. El salto cualitativo más destacado ha sido el de la ciberseguridad, que emprendió el vuelo desde la seguridad lógica, adquiriendo una proyección y unas responsabilidades muy amplias y cada vez mayores dentro de las entidades públicas y privadas.
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