El coronel Manuel Sánchez Corbí abandonará el SEPROSE (el servicio de seguridad privada de la Guardia Civil) a mediados de febrero para incorporarse al Grupo Acciona. Sánchez Corbí pone fin así a su trayectoria en la Benemérita, donde ha dedicado toda una vida a la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado.
Su última etapa ha estado ligada a la seguridad privada como responsable del Servicio de Protección y Seguridad. Sánchez Corbí recaló en este destino hace ahora justo dos años tras su destitución como jefe de la Unidad Central Operativa (UCO). El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, lo apartó del cargo en agosto de 2018 por «pérdida de confianza» al considerar que el coronel ordenó suspender actividades relacionadas con operaciones en marcha sin tener autorización superiores o autoridades judiciales.
El coronel Enrique García Caro asumirá de manera accidental la jefatura del SEPROSE, una vez abandone el cargo Sánchez Corbí. Entre las iniciativas puestas en marcha por este último en su etapa en este Servicio está la ampliación del Programa Coopera para que pueda incorporar a más profesionales de la seguridad privada, no solo a departamentos y empresas de seguridad.
Azote de ETA y de la corrupción
Sánzhez Corbí se incorporó en 2013 a la UCO, la principal unidad de investigación de la Guardia Civil encargada de perseguir la corrupción, el narcotráfico y el crimen organizado. Dos años después asumió su jefatura, donde dirigió operaciones contra la corrupción como Púnica, el caso Taula o el caso Lezo. También investigó crímenes de especial repercusión mediática como el caso Diana Quer o el del niño Gabriel Cruz.
Anteriormente, el coronel dedicó 25 años de su trayectoria en la Guardia Civil a la lucha contra el terrorismo de ETA. Durante esa etapa participó en multitud de actuaciones importantes y, como Jefe de Operaciones Antiterroristas, dirigió operaciones como la liberación de José Antonio Ortega Lara.
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