Aproser ha dado a conocer el impacto de la pandemia del Covid-19 en el mercado de la seguridad privada durante 2020. Según los datos de la asociación, los servicios de vigilancia disminuyeron su actividad un 7 por ciento el año pasado respecto a 2019, mientras que el transporte de fondos lo hizo en casi un 20 por ciento durante el mismo periodo.
Los datos sobre vigilancia de seguridad privada representan una disminución de la actividad de las empresas asociadas a Aproser en términos interanuales, corregidos con los niveles de crecimiento orgánico experimentados en el mes de enero. Esos datos muestran como, tras una ligera recuperación en julio (al comienzo de la «nueva normalidad»), posteriormente se produjo una caída progresiva de esta actividad.
«Se constata que los servicios adicionales prestados en tareas fundamentales para el control de la pandemia como, por ejemplo, en supermercados u hospitales, no compensaron en absoluto la importante afectación en otros ámbitos, como, por ejemplo, el aeroportuario, y por el contrario», afirma la asociación de empresas de seguridad privada.
Transporte de fondos
Aproser también ha informado sobre la actividad de transporte de fondos el año pasado, en el que las paradas para la entrega y retirada de efectivo disminuyeron un 19,8 por ciento en comparación con 2019. El cuarto trimestre de 2020 supuso una reducción interanual del 19,4 por ciento. Pero especialmente negativo fue el segundo trimestre por cuanto esta actividad cayó un 35,5 por ciento.
«Si se considera adicionalmente la disminución del importe facturado por parada, la repercusión en la actividad de las empresas de gestión del efectivo ha llegado a superar ampliamente una merma del 50 por ciento de sus cifras de negocio durante el segundo trimestre, y del 25 por ciento durante el cuarto trimestre y el año en su totalidad», informa la patronal de la seguridad privada.
Al igual que los servicios de vigilancia, los transportes de fondos experimentaron una recuperación en el mes de julio, para después caer. Durante el cuarto trimestre, los datos reflejan un descenso del 23,2 por ciento interanual. Cifras como estas constatan, según Aproser, «el importantísimo impacto de la pandemia en la actividad del sector y que medidas regulatorias contraproducentes y carentes de justificación, como la reducción de los niveles de utilización del efectivo, no pueden sino acentuar esta tendencia».
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