El broche de oro del tercer día en SICUR CYBER, que organizan las revistas Seguritecnia y Red Seguridad, ha sido la ponencia «Estrategias de cibercriminalidad de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad». Las intervenciones han corrido a cargo del teniente coronel de la Guardia Civil Fernando Alcázar; de Diego Alejandro Palomino, inspector jefe de la Sección de Seguridad Lógica de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional; y de José Antonio López Garzón, inspector de la policía autonómica Mossos d’Esquadra. La presentación ha estado moderada por Yolanda Duro, directora de la revista Red Seguridad, publicación referente del sector ciber desde hace veinte años. En el SICUR 2024, hemos querido ocuparnos de la lucha contra la cibercriminalidad por parte de la policía de nuestro país.
«En núcleos urbanos con más digitalización y más población, el aumento de la cibercriminalidad es casi exponencial»
El teniente coronel Fernando Alcázar inauguró la ponencia alertando de que la cibercriminalidad representa ya el 20% de la delincuencia total y que el 90% de delitos digitales son ciberestafas o fraudes. En su opinión sería conveniente «acabar con el mito del hacker ético y con el buenismo» al abordar el tema de los ciberexpertos, porque casi una cuarta parte de la ciberdelincuencia española tiene un objetivo económico. En los centros urbanos donde hay un mayor nivel de digitalización y más población, el cibercrimen tiene un reciente aumento del 400%, es decir, una multiplicación casi exponencial. Alcázar calificó esta cifra como un dato aciago, añadiendo que no todos los delitos digitales se denuncian, con lo cual cabe pensar que la realidad sea incluso más grave.
En 2021 el Ministerio del Interior coordinó la lucha con un Plan Estratégico contra la Cibercriminalidad a fin de impulsar “todas las acciones necesarias para lograr una ciudadanía informada y prevenida acerca de los riesgos asociados a su actividad digital”. Los seis ejes de este plan: cultura de prevención; potenciación de capacidades; generación de ciberinteligencia; coordinación nacional y cooperación internacional; marco normativo adecuado; y colaboración público-privada. Pese a ello, la ciberseguridad en nuestro país sigue sufriendo carencias en el plano formativo y arrastra el problema de la necesidad de talento, aunque no todo son malas noticias. Alcázar constata que «uno de los éxitos de nuestro modelo para frenar la cibercriminalidad es sin duda alguna el refuerzo de los recursos humanos«. Pero añadió que la población infantil, ya nativa digital, a menudo no es consciente del peligro que afronta en Internet.
«La ciberseguridad es la defensa; la ciberdelincuencia es el ataque»
Yolanda Duro, directora de la revista Red Seguridad, recordó que precisamente el objetivo de estas jornadas es el de la concienciación del protagonismo de la ciberseguridad en nuestro mundo digitalizado. No hay que ser catastrofistas, pero sí realistas», añadió. En su turno Diego Alejandro Palomino, de la Unidad Central de ciberdelincuencia de la Policía Nacional, inició su intervención en SICUR Cyber 2024 recordando que si «la ciberseguridad es la defensa, la cibercriminalidad es el ataque». Y que en el Código Penal no hay una regulación específica de los ciberdelitos.
La transnacionalidad entorpece la detección de una ciberdelincuencia global sin que se pueda localizar fácilmente al autor. Al no existir un emplazamiento físico del crimen en el sentido tradicional, el escenario es todo el universo digital, un espacio sin fronteras donde hay que afrontar el anonimato de las redes sociales. Por si esto fuera poco, hoy los ciberdelincuentes son expertos en ingeniería social, capaces de obtener información confidencial mediante la manipulación de los usuarios legítimos. Y han empezado a comercializar sus servicios cibercriminales como modelo de negocio, el Crime-as-a-Service (CaaS). En relación con la Inteligencia Artificial, Palomino aseguró que «ya formamos parte de la primera generación que no podrá creer nada de lo que vea a través de una pantalla». Y recordó que el Convenio de Budapest es el primer tratado internacional que busca combatir el cibercrimen mediante la armonización de las leyes de los distintos países del planeta.
«Todos somos usuarios y posibles víctimas»
José Antonio López Garzón, inspector de los Mossos D’Esquadra, explica que «la policía forma parte de una sociedad cambiante, de modo que no podemos ir a nuestro propio ritmo». La policía ha de saber adaptarse a las necesidades del siglo XXI. En Cataluña hay nueve regiones policiales, a las que se acaba de añadir recientemente la Región Policial Virtual, compuesta por el Área de Seguridad y Prevención Virtual y el Área de Investigación Virtual. El inspector recuerda que «el primer día que salí a patrullar en Vich, me dieron un plano físico para que me ubicara. Esta escena es hoy impensable». En la era digital, «todos somos usuarios ciber y, por tanto, posibles víctimas». Estas tres perspectivas contribuyen al objetivo de SICUR Cyber 2024 de concienciar sobre la necesidad de una cultura digital que prepare a la ciudadanía de nuestro país frente a la cibercriminalidad.
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