Tesa Assa Abloy ha instalado los dispositivos de cierre inalámbricos Smartair en 300 puertas del Colegio Diocesano Santo Domingo (Orihuela, Alicante). Una mezcla de manillas alimentadas por baterías y resistentes a la intemperie, cilindro pomos y lectores murales están conectados al software de Smartair por una red de 38 hubs inalámbricos.
Esta escuela, cuyos edificios históricos datan del siglo XVI, eligió el sistema Wireless Online de Smartair. Esta opción de gestión permite un control de la seguridad en tiempo real para limitar el libre acceso al sitio y sus alrededores, incluso si la red de datos de la escuela está caída. Los correos electrónicos automatizados informan al personal de seguridad de cualquier incidente, manteniendo a los estudiantes, personal, equipo y patrimonio a salvo.
Según señalan desde el colegio, el principal beneficio que trae consigo esta instalación es la gestión de las llaves en tiempo real. Algo que aumenta la seguridad para los niños y el personal porque ninguna persona no autorizada puede entrar en la escuela.
Gestión de acceso
Las cerraduras y los lectores Smartair simplifican la gestión del acceso. Los estudiantes y el personal llevan credenciales programadas para permitir el acceso a áreas específicas autorizadas. Además, el software Smartair TS1000 facilita la emisión y cancelación de credenciales de acceso para visitantes temporales, como es el caso de los padres.
Otros espacios privados como ascensores, oficinas, salas de personal, la iglesia, el museo, la biblioteca y la sala de informática también están constantemente vigilados. De esta manera, el equipo de seguridad sabe en todo momento quién ha accedido a qué espacio y cuándo.
Smartair es un sistema modular, por lo que la escalabilidad está incorporada y se pueden ampliar o ajustar su sistema de acceso cuando se desee.
Asimismo, también se introdujo fácilmente en los flujos de trabajo de gestión existentes en la escuela. El Colegio Diocesano ha utilizado el software iinventi durante los últimos cinco años. La integración con Smartair fue simple: el control de acceso, la biblioteca y la cantina se gestionan desde un sistema integrado.
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