La consultora MarketsandMarkets publicó el año pasado un informe según el cual la facturación de la videovigilancia crecerá a un ritmo anual del 10,4 por ciento, hasta situarse en los 74.600 millones de dólares en 2025 en todo el mundo. Esta cifra viene motivada por la una mayor preocupación ciudadana en la seguridad, así como por una mayor adopción de cámaras IP e inalámbricas, con avances en tecnologías de inteligencia artificial y de aprendizaje automático. Además, el estudio revelaba la importancia creciente que va a tener el cloud en este mercado.
Por ese auge de la nube como entorno de alojamiento de las soluciones de videovigilancia, la revista Seguritecnia organizó, con la colaboración de la compañía Panoptico, un desayuno de trabajo virtual en el que poder analizar las posibilidades de generar nuevos modelos de negocio basados en dicha tecnología. Participaron en el encuentro: Miguel Ángel Gallego, gerente del Área Operativa de Seguridad en Renfe; Juan Carlos Robledo, director del Área Organización Operativa de Caja Rural Salamanca; Carlos Vázquez, director de Seguridad de Unicredit; José María Saiz, director de Operaciones Grupo On Seguridad; Jordi Alonso, director de la División de Vídeo y Accesos de Casmar; Julio Pérez, director de Operaciones en Eulen Seguridad; Jesús Docasal, director nacional de las CRA de INV Protección; y Pedro Navajas, CEO de Panoptico y fundador de NoSoloSoftware.
Contexto de la videovigilancia ‘cloud’
Antes de entrar en materia, los invitados pusieron contexto y establecieron las diferencias entre el concepto de virtualización y cloud. Al respecto, Gallego, de Renfe, afirmó: «la virtualización es un entorno simulado de la versión física que se puede replicar en hardware y otros sistemas operativos con el objetivo de ahorrar costes y mantenimiento. En cambio, el cloud es un servicio a través del cual podemos almacenar, gestionar, automatizar, organizar software…». Una definición que Navajas, de NoSoloSoftware-Panóptico, matizó al sostener que «ambos conceptos suelen ir de la mano, aunque sean cosas distintas».
Se trata, en cualquier caso, de tecnologías que van a experimentar una gran evolución en los próximos años en el ámbito de la videovigilancia. No en vano, tal como consideraron los asistentes al desayuno virtual, la nube ofrece un buen número de oportunidades. Para Robledo, de Caja Rural Salamanca, «va a ser una de las opciones con mayor prospección de futuro para la videovigilancia, porque mejora el modelo de gestión y contratación». A lo cual añadió: «con ella eliminamos la administración propia en las organizaciones y la cambiamos por servicios externalizados de gestión de seguridad y videovigilancia». Este profesional hizo también hincapié en la importancia que ha supuesto en este sentido la publicación de la normativa de la EBA (European Banking Autority) de la Unión Europea, «que pone las reglas del juego para que estos servicios estén regulados». «Ahora tenemos derecho a conocer dónde están almacenados los datos», agregó.
A esto, Navajas, de Panoptico, le sumó también otros beneficios como «la flexibilidad, la escalabilidad y la rapidez de los servicios». Y Alonso, de Casmar, recalcó como otra de las ventajas de los sistemas de videovigilancia en la nube la facilidad para «generar y visualizar analíticas».
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