El primer panel del Security Open Day tuvo como protagonista a la seguridad corporativa frente a la pandemia del coronavirus. En ella participaron los presidentes de ASIS España, Alfonso Castaño; de ADSI (Asociación de Directivos de Seguridad Integral), Eduard Zamora; y de CEUSS (Confederación Empresarial de Usuarios de Seguridad y Servicios), Joaquín Collado; bajo la moderación de la directora de Seguritecnia, Ana Borredá. Todos ellos coincidieron en que el papel de la seguridad corporativa, con el director de seguridad al frente, se ha visto reforzado durante el COVID-19.
Aunque según puntualizó Zamora, este hecho ha dependido de cada empresa. “Los departamentos de Seguridad, en general, han salido reforzados porque se ha contado más con ellos. Han participado en comités y en la toma de decisiones en los que antes quedaban al margen. Pero no hay mayores recursos”, especificó.
En la misma línea opinó Castaño, de ASIS España. “Sectores como la banca han experimentado una reducción de departamentos para relanzar otros. Sin embargo, todos los departamentos de Seguridad se han visto reafirmados. Aunque estos no se han visto con mayores medios”, sostuvo este profesional.
Por su parte, Collado, de CEUSS, extendió esta afirmación a la función de seguridad en términos globales, la cual, en su opinión, también se ha visto fortalecida. “Cuando hay una crisis se refuerza la función de seguridad. Es un referente para el resto de la empresa, por lo que otros departamentos se fijan en ella. De hecho, ejercemos esa labor de coordinación, de apoyo”, afirmó en su intervención. “Con una crisis tan grave como la pandemia actual”, continuó, “se está empezando a ver a la seguridad como un ente relevante dentro de la organización, si no lo era ya”.
Ciberseguridad
En cuanto a los nuevos servicios de seguridad, los tres profesionales coincidieron en que la ciberseguridad se está imponiendo a la seguridad física o tradicional. Aunque esta última no se debe descuidar. Por ejemplo, para Collado, “la Ley de Seguridad Privada ha podido quedar atrás porque la seguridad física ya no es la más relevante. Ahora tenemos una trascendencia de la seguridad de la información que se ha visto patente durante la pandemia. No obstante, no se ha alcanzado una madurez en concienciación en herramientas informáticas. Todo esto no está contemplado en la Ley de Seguridad Privada, y también es seguridad”, valoró.
Aunque el papel del director de Seguridad se ha visto reforzado durante la pandemia, no ha contado con mayores recursos
En relación con la ciberseguridad, Zamora, de ADSI, observó: “deberíamos pedir a la seguridad privada abrir el abanico de competencias bajo la coordinación y gestión del departamento de seguridad corporativa”.
Y es que, “aunque se trata de un cambio originado desde hace tres o cuatro años, se producirá una transformación drástica en la seguridad: de la seguridad física a la tecnológica, de la vigilancia con vigilantes de seguridad a la vigilancia con tecnología”, complementó Castaño, de ASIS.
Autoridades públicas
Por último, los ponentes de la primera mesa del Security Open Day abordaron las necesidades de la seguridad corporativa que pueden solventar las autoridades públicas. Al respecto, Collado, de CEUSS, aseguró que las administraciones pueden adecuar la formación en materia de seguridad privada; es decir, establecer “una carrera profesional con horizontes de futuro”.
Por su parte, Zamora, de ADSI, añadió a colación que la Ley de Seguridad Privada “está fuera” de la necesidad de la seguridad corporativa desde hace varios años.
En otro orden, Castaño, de ASIS, planteó como ejemplo la necesidad de una ley de videovigilancia. “Tenemos que pedir a la Administración que legisle sobre la obligatoriedad de que las organizaciones cuenten con un departamento de seguridad en función de sus necesidades”, completó.
¡Sigue Leyendo!
Aquí te hemos mostrado tan sólo una parte de esta crónica.
¿Quieres leer el contenido completo?
Archivado en: