El municipio salmantino de Santa Marta de Tormes acogió, el 29 de mayo, la quinta edición del Congreso de Seguridad Privada en Castilla y León, organizado por Seguritecnia con el objetivo de trasladar a los profesionales de la seguridad de la comunidad autónoma la actualidad del sector y servir como punto de encuentro. Como señaló el subdelegado del Gobierno en Salamanca, Antonio Andrés Laso, se trata de “un inmejorable espacio para reconocer a las empresas y a los profesionales que contribuyen a la tarea compartida de proteger el ejercicio de los derechos y las libertades de los ciudadanos, y garantizar así su seguridad”. “Sois decisivos en la protección del inmenso patrimonio artístico y natural que atesoramos en Salamanca y en Castilla y León”, añadió.
Laso inauguró el encuentro con la presencia del alcalde de la localidad, David Mingo; el comisario provincial de la Policía Nacional, Francisco Martín; el jefe de comandancia de la Guardia Civil de Salamanca, Jorge Montero; y Jesús Martín Alonso, concejal del Ayuntamiento de Santa Marta de Tormes. Mingo destacó también la importancia del congreso para “aportar luz, claridad y despejar dudas” en torno a asuntos como el Reglamento Europeo de Protección de Datos, el terrorismo, la protección de infraestructuras críticas, la lucha contra la delincuencia o el cibercrimen. Esos fueron algunos de los temas que salieron a la luz durante la jornada que duró este evento bienal, pero hubo otros más.
El encuentro que contó en esta ocasión con el patrocinio de Vegasegur, Caja Rural de Salamanca y Fundación Borredá, con la colaboración del Ayuntamiento de Santa Marta de Tormes y su Escuela de Municipal de Hostelería.
El sector de la seguridad privada, en cifras
Para poner en contexto el en sector de la Seguridad Privada España, primero, y en Castilla y León, después, intervino el inspector David Mateo Delgado, jefe de la Unidad Territorial de Seguridad Privada del Cuerpo Nacional de Policía. Según los datos que ofreció este profesional, en todo el territorio nacional existen actualmente 1.564 empresas, 1.453 despachos de detectives, 964 centros de formación, 39.177 profesores y 348.011 habilitaciones profesionales. La estadística también refleja que funcionan 609 departamentos de seguridad en el país.
La seguridad corporativa y el RGPD fueron otros dos de los temas con más desarrollo en el congreso
En lo que a Castilla y León se refiere, las cifras de la Policía Nacional indican que hay un total de 71 empresas (León, con 17, y Valladolid, con 16, son las provincias con mayor número), 75 despachos de detectives, 83 centros de formación y 14 departamentos de Seguridad. Cifras que representan “un porcentaje muy bajo respecto a la cuota nacional”, sostuvo el representante de la Policía Nacional.
A continuación, el analista de seguridad Víctor Junquera, examinó la situación del terrorismo en el Sahel y cómo puede influir la inestabilidad en esta región a España en particular y Europa en general. Tomando como punto de partida las revueltas árabes en el Magreb, que comenzaron en 2010 y acabaron con Gobiernos como el de Túnez o Egipto, o en guerras como la de Libia, Junquera argumentó que “el Sahel tiene una gran inestabilidad y los países que lo componen se encuentran entre los 30 últimos del ránking de subdesarrollo”. Esto, unido a las negativas condiciones medioambientales –sirva de muestra la sequía del Lago Chad– “provoca movimientos migratorios que son caldo de cultivo del terrorismo.
El Daesh es el grupo terrorista más activo en la región, pero existen otros muchos como Al Qaeda en el Magreb Islámico, Ansal al Dinn, Muyao, Al Morabitun, Ansar Al Sharia o Boko Haram, que han creado incluso una alianza llamada Jama´at Nasr al-Isllam wal Musslimin para intensificar su actividad y el daño de sus atentados. Según advirtió Junquera, en las filas de todos ellos hay combatientes con experiencia en otras guerras que “obligan” a los países Europeos a intervenir en la zona. Porque “si cae el Sahel se desestabiliza el Magreb, y no debemos olvidar que el Magreb es la frontera con Europa”, sintetizó al final de su intervención.
El siguiente ponente, Rafael López Pérez, presidente de la fundación Universitaria Behavior & Law, explicó cómo el análisis de la conducta de las personas puede contribuir a la protección de cualquier entorno, especialmente en infraestructuras críticas (por ejemplo, un gran aeropuerto). Diferenció al respecto entre varios tipos de comportamiento humano: el lingüístico, el gráfico y el no verbal. Respecto al primero, aclaró que se refiere a los términos cualitativos y cuantitativos que utilizan las personas para referirse a otros sujetos o a cosas y que denotan muchos rasgos de su manera de ser o comportarse.
El torno al comportamiento gráfico, apuntó que se refiere a la escritura y que también permite intuir aspectos de personalidad o actitud de una persona. “Cuando mentimos presionamos más la tinta”, puso de ejemplo.
López Pérez se extendió más en su ponencia al hablar del comportamiento no verbal por ser el que cuenta con mayor número de categorías de análisis. La expresión facial, los gestos, la orientación del cuerpo, la postura o el movimiento, el paralenguaje (la manera de hablar), la proxémica (cómo nos desenvolvemos en un determinado espacio), la háptica (cómo nos desenvolvemos en el contacto con otras personas), la apariencia y la oculésica (la manera de mirar de un lugar a otro) son indicadores del comportamiento humano que ayudan al analista a predecir comportamientos.
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