¿Cuándo se incorporó al mundo de la seguridad y cuál es su trayectoria en él?
Me incorporé al mundo de la Seguridad Privada en 1996, como recepcionista en una empresa de seguridad autorizada para la vigilancia y protección de bienes. En esta misma empresa pasé durante 19 años por distintos departamentos. Los últimos años, realicé labores de asistente de dirección.
En 2016, pasé a formar parte de Rexsecur como responsable del departamento de Administración y Recursos Humanos.
Con la experiencia y la formación adquirida durante años, y al estar rodeada de grandes profesionales, es cuando me han dado la oportunidad de formar parte de la dirección ejecutiva y emprender el proyecto RSG Seguridad y Protección, bajo la estructura y apoyo de Rexsecur.
¿Cómo valora la incorporación cada vez mayor de las mujeres a la seguridad y su contribución al sector?
En un sector tradicionalmente masculino, cada vez más mujeres se van incorporando a nuestro en distintos puestos de trabajo e incluso con responsabilidades empresariales. Al igual que en otros sectores, no ha sido fácil la incorporación de la mujer.
Creo que nuestro talón de Aquiles para una incorporación plena puede ser la conciliación de la vida personal con la vida profesional. Las largas jornadas de trabajo, dependiendo de cada responsabilidad, hacen que esto sea en la mayoría de los casos incompatible, sobre todo en el sector privado, donde la exigencia es aún mayor.
A nivel de formación, hoy en día no hay diferencias con el género masculino, como podemos ver habitualmente en todos los sectores.
Creo en la igualdad de oportunidades y que hoy en día se da la misma oportunidad a hombres y mujeres. No obstante, hay algunos roles en los que, por el hecho de ser mujer, se baja un poquito el perfil de acceso, tema con el que no estoy de acuerdo, pero que tampoco voy a profundizar.
A pesar de los avances, la incorporación de la mujer al mundo de la seguridad sigue siendo un gran reto. Las empresas que sean capaces de entender su relevancia tendrán, sin duda alguna, una ventaja competitiva y un futuro con mejores perspectivas.
El aporte de las mujeres al crecimiento del sector y de sus empresas nos impone profundos desafíos. Debemos tener la oportunidad de exponer profesionalmente nuestro liderazgo, profesionalismo, responsabilidad y diferentes puntos de vista. Hoy en día tenemos a grandes mujeres liderando proyectos en el sector de la seguridad privada y también con grandes cargos y responsabilidades dentro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de nuestras Fuerzas Armadas.
Afortunadamente, muchas empresas de este sector han asumido que la mujer no debe estar en un área específica por el mero hecho de ser mujer y, además, que su incorporación representa únicamente beneficios.
La diversidad de género en el sector de la seguridad es absolutamente necesaria para generar una mayor productividad y fomentar la innovación. Hombres y mujeres son distintos, y contar con ambos puntos de vista, en cada nivel organizacional, sin duda alguna conlleva a obtener beneficios a nivel productivo y también, de clima laboral.
De la misma forma, la presencia de la mujer potencia el trabajo en equipo, optimiza la comunicación interna, mejora la articulación de una organización y facilita una visión global de lo que está ocurriendo en una empresa. Son estos algunos de los aspectos que demuestran que en el mundo laboral, y en concreto en nuestro sector de la seguridad, el aporte de las mujeres es fundamental.
Desde su punto de vista, ¿cuáles diría que son los principales retos a los que se enfrenta el sector de la seguridad?
Nuestro sector siempre se ha encontrado inmerso en constantes cambios. Sin duda, el futuro del sector se verá marcado por el avance tecnológico y los diferentes cambios de gestión, los cuales, deberá revisar y adaptarse hacia los nuevos escenarios. Se está demostrando que quien construye herramientas tecnológicas y las utiliza tiene mayor posibilidad de futuro.
Desgraciadamente, esta pandemia ha hecho que se acelere ese avance tecnológico motivado por el teletrabajo, control de accesos por la Covid-19 y otros factores derivados con la ciberseguridad. No debemos dejar de lado otros escenarios, tales como la evolución demográfica, la migración, ciberdelincuencia y el terrorismo.
Las amenazas y vulnerabilidades seguirán creciendo y debemos disponer de las herramientas necesarias para prever y proteger, de forma que el impacto sea lo menos posible.
En la situación actual, el protagonismo de la seguridad ha sido esencial. Hemos sabido adaptarnos a las circunstancias, realizando una labor reconocida por el resto de la sociedad. Todavía nos queda un largo recorrido para llegar a la nueva “normalidad” y en ese trayecto la seguridad estará ahí al servicio de la ciudadanía.
No nos podemos olvidar lo que esta pandemia nos está dejando. Existe una inquietud generalizada por la crisis económica provocada por la pandemia. Empresas, pymes y autónomos se encuentran ante un horizonte incierto en el que tendremos que enfrentarnos a muchos desafíos. La seguridad no es ajena a ello.
Tardaremos un tiempo en que todo vuelva a ser igual. Necesitamos volver a tener la sensación de seguridad, no solo en nuestro sector sino también en nuestra vida. Mientras eso llega, estemos preparados y hagamos uso de los mejores medios disponibles.
La seguridad es un sector relevante para la economía de nuestro país y, por los servicios que presta, también para la seguridad ciudadana. La adecuada regulación de la seguridad privada se hace imprescindible. Por su naturaleza, se trata de un sector que implica altos riesgos tanto para las empresas como para los usuarios. Esperamos que este año sea el definitivo para la aprobación del futuro Reglamento de Seguridad Privada.
Quiero reseñar, que, la colaboración de la seguridad privada con la seguridad pública es primordial para afrontar los diferentes retos que tenemos por delante. Debemos ser conscientes de que hay que trabajar en equipo, haciendo uso de las redes de apoyo que promueve las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y seguir generando estrategias conjuntas en beneficio de todos.
Por último, hay que mantener la ilusión y buscar la motivación necesaria para salir adelante, ya que va a requerir mucho esfuerzo, sacrificio y trabajo el sacar cualquier reto adelante.
¿Qué soluciones de seguridad adquirirán una mayor importancia en el devenir del segmento en el que opera su compañía?
Sin lugar a duda, la seguridad como la conocíamos hace años ha ido girando hacia el sector tecnológico. Nuestros clientes ya no tienen la necesidad de contratar la figura del vigilante de seguridad tal y como lo hemos conocido en los últimos tiempos. El personal operativo debe estar formado en el manejo de sistemas y en conocimiento de estos, ser un gestor integral de la seguridad privada y ser capaz de reconocer las necesidades que le vayan surgiendo en su día a día, tanto en la seguridad lógica como física.
También debemos estar preparados para todas las incidencias que sucedan en un futuro en materia de salud. La empresa, como principal responsable y sabiendo que nuestro personal es primera línea de actuación, debe de tomar las medidas necesarias formando a sus equipos en materia de prevención de riesgos laborales. Dados los tiempos que corren, es necesario reciclarse continuamente para poder hacer frente a todas las situaciones, como la que vivimos actualmente la Covid-19.
La vida no va a volver a ser como antes por mucho que lo intentemos. La sociedad va a cambiar y las empresas de Seguridad no nos podemos quedar atrás. Al inicio de la pandemia nuestros vigilantes debían advertir sobre el uso de mascarillas, de geles hidroalcohólicos o los controles de temperatura. Hoy es una práctica habitual dentro de las operativas.
Hace años formábamos a nuestros empleados con ejercicios de tiro, defensa personal… hoy las necesidades son otras. De nada sirve saber hacer una RCP si no somos capaces manejar un desfibrilador semiautomático, por ejemplo.
Retomando el asunto tecnológico, quedan pocos centros de trabajo donde el vigilante de seguridad no realice sus labores de control con un ordenador y los diferentes softwares de gestión. Todo está integrado. Y aquí es donde se recortan las diferencias en materia de género.
También ya podemos encontrar muchos departamentos de Seguridad dirigidos por mujeres. Estamos en los departamentos de sistemas. Técnicos, ingenieras, instaladoras, cada día son más normales estas figuras dentro de un sector ocupado mayoritariamente por hombres.
Otro asunto en el que debemos de hacer hincapié es en la protección de personas. En la actualidad se han reducido el número de escoltas privados que operan en España, pero el riesgo sigue existiendo y la proliferación de bandas de delincuencia organizada están reactivando el sector. Y aquí también entran a formar parte las nuevas tecnologías. La búsqueda de información y riesgos para los protegidos, así como la inteligencia se ha convertido en el día a día de nuestros escoltas privados. Y algo impensable hace unos años, también nos demandan la figura de la mujer en los equipos. Lo dicho, la seguridad esta cambiando y nosotras hemos venido para quedarnos y aportar todo lo necesario para la mejora del sector.
Vaya desde aquí mi pequeño homenaje a todos esos profesionales que han estado y están en primera línea frente a esta pandemia, y por supuesto a todos los fallecidos y sus familiares.
