Hace ahora un año que constituyeron la Asociación Española de Centrales Receptoras de Alarmas (AESCRA). ¿Por qué creyeron necesario crear una nueva asociación específica para las CRA?
Las CRA restamos una actividad específica y compleja. Tramitar alarmas no deja margen para el error y gestionamos millones anualmente. Pero hay circunstancias coyunturales externas que nos lo ponen más difícil. Por ejemplo, llevar a cabo nuestro trabajo desde hace una década en un irregular y mejorable contexto legal que provoca un entorno de inseguridad jurídica. Derivado de esta circunstancia, el riesgo empresarial de sufrir demandas o sanciones es anormalmente alto. Entre otros factores, esto ha influido en la reducción del número de CRA que operan en España en un 20 por ciento en los últimos cinco años.
Para tratar de aplicar soluciones, pensamos que la forma más eficiente y rápida era trabajar juntos y exclusivamente sobre nuestros problemas. Eso sí, actuando alineadamente con el resto de las asociaciones sectoriales que tienen entre sus miembros alguna de las aproximadamente 130 CRA habilitadas. Para eso ha nacido AESCRA.
¿Cuál es el perfil de las CRA asociadas a AESCRA hasta ahora?
Tenemos dos tipos de asociados, centrales receptoras de alarmas y entidades colaboradoras. En este momento hay 35 CRA y 10 colaboradores, y eso que solo hemos llegado a presentar la asociación a algo más de la mitad de las que hay, vamos poco a poco. Los colaboradores son empresas que desarrollan actividades relacionadas con la que desempeña una CRA, que nos aportan valor y conocimiento.
La mayoría somos pymes y gestionamos la mayor parte de los riesgos más complejos. Simplificándolo mucho, podemos decir que hay dos tipos de CRA, las que mayoritariamente gestionan escenarios sencillos y las que, además, gestionan otros más complejos, lugares de mayor riesgo que las primeras suelen evitar. De los 3,1 millones de conexiones actuales, según el de Informe DBK Informa de febrero de 2024, por encima del 80 por ciento se concentra en tres grandes operadores centrados en la venta masiva, en gran medida al mercado residencial. Dicho mercado es además el de mayor crecimiento, pues ya supera el 62 por ciento de esas conexiones totales (en los dos mayores, este porcentaje del segmento residencial sobre su propia cartera es aún mayor, del 89%).
Es decir, tres CRA, el 2 por ciento del total, gestionan el 80 por ciento de las conexiones. El 20 por ciento restante lo gestiona ese otro 98 por ciento de CRA, entre las que se encuentran las más pequeñas, que concentran la mayoría de las conexiones de mayor riesgo, aquellas que requieren una gestión más compleja. Estas últimas son las que se están incorporando a AESCRA, la gran mayoría de las existentes, imprescindibles para abordar ese segmento delicado del mercado de alto riesgo. Además, por ser pymes suelen tener una mayor fragilidad empresarial y por esta razón necesitan la mejor defensa posible de sus intereses. Que mejor forma que intentarlo agrupadamente.
«Para tratar de aplicar soluciones, la forma más eficiente y rápida es trabajar juntos y exclusivamente sobre nuestros problemas»
¿Cuáles son los principales objetivos inmediatos y a largo plazo que se ha marcado la asociación?
El prioritario a corto plazo es intentar mejorar el contexto legal, reducir la in-seguridad jurídica y mejorar la eficiencia por la única vía que vemos factible, una modificación a las principales órdenes ministeriales que regulan nuestra actividad. Con las alarmas de incendio buscamos algo parecido, vamos a tratar de que se publique un protocolo de actuación que determine cómo debemos actuar, algo ahora mismo inexistente que de nuevo nos deja en una posición de riesgo.
AESCRA cuenta con cuatro grupos de trabajo. ¿De qué contenidos van a estar dotados estos grupos y en qué se plasmarán sus resultados?
Nos hemos organizado así para mover en paralelo varios temas, repartir el trabajo, ir más deprisa y obtener antes resultados. El primer grupo se llama Legal y Relaciones Externas, el segundo Operaciones y Aseguradoras, el tercero Tecnología y Acuerdos con proveedores y el cuarto Comunicación. Cada grupo identifica los asuntos de su área de competencia, define objetivos y prioridades y las eleva a la junta directiva. Luego ya funcionan autónomamente hasta ir obteniendo resultados. Por los nombres de los grupos se intuyen los temas que aborda cada uno.
Uno de los lemas de AESCRA al referirse a las centrales receptoras es “nuestros problemas son idénticos, busquemos juntos las soluciones”. ¿Cuáles son esos grandes problemas que tienen como colectivo y hacia dónde deben dirigir sus esfuerzos para solucionarlos?
Los esfuerzos se dirigen a solventar problemas y evitar amenazas. Mejorar el contexto legal para erradicar la inseguridad jurídica es un problema el prioritario. Hay que reducir el riesgo de sanción y demanda de aseguradoras, dinámica en aumento muy peligrosa para nuestra viabilidad empresarial.
También queremos ser más eficientes y reducir el porcentaje de falsas alarmas comunicadas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado [FCSE, en adelante]. Tenemos iniciativas, pero de nuevo necesitamos cobertura legal. De momento, estamos concentrando ahí el máximo esfuerzo.
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