¿De qué manera está organizada la seguridad de TIPSA para que quede protegida toda la red y recursos con los que cuenta su compañía?
TIPSA cuenta con una sede central, 13 HUB regionales y más de 280 agencias distribuidas por toda España, Portugal y Andorra. Esta amplia capilaridad nos obliga a realizar una implantación y coordinación de medidas de seguridad sumamente segmentada y detallada.
Para realizar esa labor, TIPSA cuenta con un Departamento de Seguridad inscrito en la Unidad Central de Seguridad Privada de la Policía Nacional desde 2007, cuando la empresa me contrató en calidad de director de Seguridad.
Actualmente, nuestro departamento está compuesto por un director de Seguridad, cuatro delegados de seguridad y dos auxiliares de apoyo, entre los que se reparten todo el territorio nacional, Portugal y Andorra, coordinando la seguridad del conjunto de infraestructuras. Esto supone prestar especial atención a la homogeneización de las medidas de seguridad y al control de la merma.
Al fin y al cabo, el último fin de todas las medidas implantadas y de las auditorías de seguridad es que la mercancía llegue en perfectas condiciones al destinatario final.
¿De qué manera han adaptado la seguridad de TIPSA a la “nueva normalidad” que vivimos a consecuencia del COVID-19?
En primer lugar, hemos dirigido nuestros esfuerzos hacia dos vertientes: por un lado, a colaborar con el resto de departamentos en la adopción de las medidas descritas por las autoridades sanitarias para el control de la pandemia. Por otro, a concienciar al personal en la necesidad de colaborar para evitar, entre todos, posibles contagios.
En segundo lugar, hemos sustituido los sistemas de control de accesos basados en el control biométrico de huella dactilar por otros de menor contacto, como el acceso basado en la biometría facial.
Asimismo, nuestra estrategia de seguridad en esta situación se basa en tres aspectos. Uno es la implantación de sistemas de seguridad electrónicos, principalmente CCTV, asociados a dispositivos de lectura y protocolos de trabajo para el control de la merma. Otro son los sistemas de intrusión para la detección de robos externos en las instalaciones. Y en tercer lugar, contar con cierres de seguridad y dispositivos GPS para los vehículos a fin de dificultar los robos en reparto.
“Una mala gestión de la seguridad desde el punto de vista sanitario puede llevar al cierre de un HUB o la ruptura de las líneas de enlace de transporte”
TIPSA acaba de comenzar a operar desde su nuevo HUB central, que cuenta con 43.000 metros cuadrados de superficie y una nave principal de 22.500 metros cuadrados. ¿Cómo influirá la apertura de este nuevo centro logístico en la seguridad de la compañía?
Hemos mejorado los sistemas de seguridad de nuestra nueva sede central. Esto supone un mayor control de todos los procesos y nos permite seguir sumando en la satisfacción de nuestros clientes. Contamos con 278 cámaras Dahua de cuatro megapíxeles, que registran cada uno de los milímetros de la instalación. Asimismo, tenemos cuatro domos de apoyo a la seguridad perimetral.
Contamos también con cuatro plataformas de lectura de envíos basadas en la tecnología vitronic y reconocimiento OCR. Esto permite ver el detalle de los bultos, tanto de la etiqueta como de las características de los precintos y/o deformaciones que presenten los embalajes.
Por su parte, el control de intrusión cuenta con dos anillos. Un primer anillo exterior basado en el sistema de detección perimetral Dahua, que consiste en analítica de vídeo para la detección de personas y/o vehículos dentro de área marcada, así como la notificación en caso de vulneración de la línea de cortes prefijadas. Y un segundo anillo perimetral interior con un sistema de alarma de grado tres.
Cabe destacar también el control de accesos basado en el criterio de máxima seguridad con mínimo contacto físico, incorporando lecturas de matrículas para facilitar la entrada de vehículos y el reconocimiento por biometría facial para el acceso de peatones.
Estos dispositivos están coordinados por los medios de producción a fin de sacarles el máximo rendimiento posible, tanto desde el punto de vista de la seguridad como de la producción. La disposición de las medidas de seguridad está estructurada desde la cinta transportadora hacia el perimetral de la nave.
En esta nave hemos incorporado dos básculas con reconocimiento de matrículas para el control de pesajes, garantizando así que nuestros vehículos vayan conforme a la legislación y a la protección de nuestros conductores de arrastres.
¿Cuáles son las principales amenazas dentro de la cadena de suministro de las mercancías que transportan?
Como en cualquier otro sector, actualmente la principal amenaza es la COVID-19. Una mala gestión de la seguridad y de la protección individual desde el punto de vista sanitario, principalmente del personal operativo, puede conllevar el cierre de un HUB y la ruptura de las líneas de enlace de transporte.
Estos hechos pueden suponer una pérdida económica y de competitividad para la empresa muy superior a la que pueda ocasionar la merma o los errores operativos. Es por ello que actualmente debemos reforzar al máximo la supervisión y los análisis de todos los procesos que garanticen la salud individual y la continuidad de la actividad empresarial.
¿Cuál es la fase más crítica desde el punto de vista de la seguridad en la cadena de suministro?
A mi juicio, la parte más crítica es cuando la mercancía sale de cualquiera de nuestras instalaciones. Porque, lógicamente, no existe el mismo control que podemos tener en nuestras instalaciones con los sistemas de CCTV y los procesos operativos sobre los que nos apoyamos. Dicho esto, aplicamos todo tipo de medidas de control para garantizar la seguridad durante toda la ruta, como puedan ser dispositivos GPS, precintado de vehículos, cierres de seguridad, etc.
¿Cuáles son las principales tecnologías y procedimientos que se emplean en el sector logístico para hacer frente a las amenazas y el seguimiento adecuado de las mercancías?
Según el modelo que seguimos en TIPSA, debemos asociar la tecnología a los procesos operativos, invirtiendo en CCTV y sistemas de trazabilidad. Esta simbiosis nos permite identificar los bultos en cualquier punto del proceso de transporte, favoreciendo la seguridad, pero también mejorando la operatividad al detectar ineficiencias que pueden ser corregidas de forma conjunta.
Mi lema es: un bulto trazado es un bulto localizado a partir del cual detectar su ubicación definitiva.
¿Cómo valora la colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para proteger la cadena logística de una empresa como la suya?
La actitud de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad es siempre de colaboración. A pesar de que es un cuerpo amplio, puedo contar con los dedos de una mano las veces que no he apreciado ese sentimiento.
Contar con ellos es imprescindible, sobre todo para combatir el robo externo, tanto en el reparto como en nuestras sedes; siempre teniendo claro que su actuación está limitada por la legislación en vigor en nuestro país.
¿De qué manera afecta la transformación digital a la seguridad en la logística?
Desde el punto de vista de la seguridad, el incremento de la información a raíz de la interacción de los sistemas implantados aporta nuevas posibilidades de control de los procesos. Los datos son información, y la información bien gestionada deriva en un mejor control.
El establecimiento de ratios precisos y actualizables casi a tiempo real, la interacción de datos con confrontación de nexos comunes de incidencias, el establecimiento de flujo de mercancía o el control del personal operativo, entre otras, facilitan la identificación de los riesgos a la seguridad y la adopción de medidas de mejora o de subsanación de riesgos.
Como todas las cosas, su vertiente negativa es el potencial y el alcance de posibles ataques a los sistemas de información. De ahí la importancia de centrar gran parte de los recursos en la formación del personal encargado de la protección de esos sistemas. Y, sobre todo, en la concienciación y educación de los trabajadores de la empresa. Un ataque mal gestionado puede suponer la paralización de la actividad y el secuestro de la información de la empresa, por lo que la ciberseguridad es actualmente uno de los puntos a reforzar de cualquier compañía.
¿Cree que es necesario algún cambio de la legislación que favorezca la seguridad en la logística o la lucha contra el crimen organizado?
Creo que, en los tiempos que corren, es imprescindible que la legislación garantice la seguridad en la logística.