La Fundación Borredá le ha concedido este año el Trofeo Ramón Borredá. ¿Qué significa para usted recibir este galardón creado en memoria de su padre?
Como se puede imaginar, para mí es un orgullo recibir un premio en memoria de mi padre. Él fue uno de los pioneros de este sector y, a través de la revista Seguritecnia, puso en valor a la seguridad privada. No en vano, impulsó muchas ideas que hoy perviven, siempre desde un deseo de que este sector avanzara en España. Haber podido trabajar con él durante unos años y seguir su estela después, con la misma voluntad, significa mucho para mí. Esa trayectoria se ve representada por este premio.
El reconocimiento también me inspira agradecimiento a toda mi familia y a quienes han acompañado a Seguritecnia durante sus 42 años de existencia, especialmente a los presidentes y miembros del Consejo Técnico Asesor de la revista.
Usted ha sido uno de los impulsores de la revista Seguritecnia durante cuatro décadas. ¿Cuál es su parecer respecto al papel que juega la publicación para el sector de la seguridad privada?
Durante más de cuatro décadas, la revista ha seguido el camino marcado por mi padre. Cuando se fundó la publicación, una de las ideas principales era convertirla en un punto de encuentro para los profesionales de la seguridad privada. La unidad sectorial era una de sus primeras misiones, y creo que lo hemos conseguido con la organización de multitud de actos, jornadas o incluso estos Trofeos Internacionales de la Seguridad. Cuando mi padre creó esta revista, el sector todavía era incipiente, pero quisimos contribuir al desarrollo del mismo acompañando a los profesionales destacados desde los orígenes.
En el mismo sentido, Seguritecnia también ha ejercido un papel de interlocución con la Administración a la hora de defender los méritos de la seguridad privada. La colaboración, también entre el ámbito público y el privado, nos ha movido durante todos estos años.
En lo personal, ¿de qué momento guarda especial recuerdo por su importancia para el sector?
Suele suceder que cuando hablamos de tantos años sea complicado escoger un momento concreto. Yo suelo decir que cada cinco años se produce un ciclo en el que sucede algo importante. Desde los años ochenta, hemos visto la aprobación de dos leyes de seguridad privada, del Reglamento (ese que sigue vigente, pero que está obsoleto), el reconocimiento de este sector por parte de la Casa Real cuando nos prestó audiencia en 1982… Muchos momentos.
Pero es cierto que yo guardo un especial recuerdo del primer Congreso Nacional de Seguridad Privada, que probablemente fuera el de mayor unidad del sector. Aquel congreso fue un hito porque reunió al sector en su conjunto para poner sobre la mesa las necesidades, objetivos y carencias del momento, con la voluntad de mejorar.
¿Qué mensaje quiere lanzar a los profesionales de la seguridad, sea pública o privada, para que el sector pueda avanzar en los próximos años?
Un mensaje es que no abandonen nunca la unidad y la colaboración entre todos, público y privada, independientemente de los aspectos del negocio. Cuando más cosas ha logrado este sector ha sido en el momento que ha remado unido, todos con el objetivo de avanzar para contribuir a la seguridad de España en general.
Por otro lado, me gustaría destacar cómo está cambiando la realidad de la seguridad en nuestro país. Los profesionales tienen que seguir evolucionando, formándose e interesándose por lo nuevo, que ahora está muy marcado por la tecnología. Yo que vengo de tantos años siendo testigo de la evolución del sector, me doy cuenta de que el cambio es estratosférico. Por ello es necesario que los profesionales sepan ver hacia dónde se encamina el sector.