Su nombramiento como directora general de la Guardia Civil ha marcado un hito, al convertirse en la primera mujer en asumir este cargo. ¿Qué supone este paso para la Benemérita?
Cuando asumí el cargo, en enero de este año, era consciente de que la llegada por primera vez de una mujer a la Dirección General de la Guardia Civil generaría expectativas. Pero quiero pensar que no es más que un gesto de normalidad en una sociedad que avanza poco a poco, aunque de forma decidida, hacia la igualdad real entre mujeres y hombres. Me gusta decir que lo importante no es solo que sea la primera directora, sino que no sea la última.
Nuestra institución, con 176 años de historia, es una máquina perfectamente engrasada. Quien sea titular de la Dirección General, sea hombre o mujer, lo que debe hacer es liderar el Cuerpo con el mismo espíritu de servicio público que demuestran cada día sus hombres y mujeres.
¿Cuáles son los principales objetivos que se ha propuesto durante su permanencia en el cargo?
En el plano operativo, la Guardia Civil va a seguir dirigiendo sus esfuerzos a los ámbitos de la ciberseguridad, la inmigración, la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado, la seguridad vial y la protección del medio ambiente y su implicación en el cambio climático y la sostenibilidad del planeta. Un área muy importante, además, es combatir los delitos contra los colectivos más vulnerables; por ejemplo, la violencia sobre la mujer en cualquiera de sus formas.
En relación con el capital humano de la Guardia Civil, nuestros efectivos, pretendo que avancemos en la igualdad real, aumentando la presencia de la mujer en el Cuerpo y logrando poco a poco que asuma más puestos de responsabilidad. Otros aspectos serían dar continuidad e impulso a las políticas de personal y formación, con especial atención a las condiciones de vida y de conciliación personal y profesional.
Estamos sumidos en una pandemia global que trastoca por completo nuestro modo de vida. ¿Qué impacto está teniendo el coronavirus en la seguridad de España?
La crisis por la COVID-19 trasciende lo sanitario y está afectando a los planos social, económico o laboral. Como es evidente, la seguridad también se ha visto influida por esta pandemia, y en la Guardia Civil nos hemos ido adaptando, creo que con inmediatez y eficacia, para hacer frente a un escenario insólito y desconocido hasta ahora.
Durante el estado de alarma sí que detectamos que la criminalidad en general descendió con respecto al mismo periodo del año pasado, si bien, en cuanto a la cibercriminalidad, comprobamos un repunte de los fraudes informáticos.
“Es trascendental que continuemos aunando esfuerzos y buscando sinergias entre los servicios de seguridad públicos y privados”
Más allá de la pandemia, ¿cuáles son las amenazas más preocupantes a las que se enfrenta España?
La hoja de ruta del Ministerio del Interior y, por tanto, de la Guardia Civil tiene como reto continuar construyendo un concepto de seguridad humana que debe responder a lo que conocemos como amenazas tradicionales; entre las que están la delincuencia organizada, el terrorismo, la criminalidad tradicional o las amenazas a la seguridad nacional. Pero también debe responder a fenómenos cambiantes y transversales, como los que se derivan del cambio climático, de las nuevas formas de odio y dominación o de la digitalización.
Debemos ser ambiciosos y tender a un modelo que sea cada vez más preventivo, necesitamos una seguridad al servicio de la libertad. Esto sería el corazón de la seguridad humana.
Uno de los desafíos actuales de todos los países es la ciberseguridad. Precisamente usted presentó recientemente la segunda edición Liga Nacional de Retos en el Cibersepacio. ¿Cuál es el objetivo final de este proyecto de la Guardia Civil?
La Guardia Civil apuesta de manera evidente por la modernización y la innovación, y Cyberleague es un ejemplo de ello. Se trata de una iniciativa que se sostiene en proyectos vanguardistas destinados a captar el talento de los jóvenes, mejorando sus habilidades en el ámbito de la ciberseguridad y, muy importante, impulsando también su empleabilidad. Sirve como impulso al tejido empresarial e industrial de España y entre sus principales objetivos se encuentra la divulgación de una auténtica cultura de la ciberseguridad.
Ya se ha celebrado la primera fase de esta segunda edición con más de 600 personas inscritas. Dada la situación actual, en la que el evento se está haciendo cien por cien virtual, es todo un éxito.
¿Cómo está potenciando la Guardia Civil sus recursos destinados a la ciberseguridad?
Hoy más que nunca, además de asegurar lo más posible la seguridad en el entorno físico en el que vive y convive la sociedad española, debemos asegurar nuestro entorno digital, porque es aquí donde aparecen nuevas formas de delincuencia, que han incrementado su actividad en los últimos años.
En la ciberseguridad, la Guardia Civil orienta sus esfuerzos en una cuádruple vertiente que abarca la lucha contra el ciberterrorismo; la persecución de la ciberdelincuencia; la protección de los sistemas de información y comunicaciones propias; y la contribución a la formación de la sociedad en la utilización segura y responsable de la Red y de las nuevas tecnologías.
Sabemos, además, que la implantación progresiva de la delincuencia organizada en la Red y el ciberespacio es un hecho que se ha consolidado, incrementando el alcance de las actividades criminales y sus potenciales consecuencias. Por ello, el trabajo de las unidades operativas con que cuenta la Guardia Civil se ha complementado por la visión integradora que proporciona la Unidad de Coordinación de Ciberseguridad (UCCIBER), creada en 2019, que nos permite afrontar con todavía mayores garantías de éxito los retos que se presenten en este ámbito.
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