¿Qué iniciativas, medidas, experiencias o buenas prácticas ha puesto en marcha su compañía para contribuir a combatir la pandemia producida por el coronavirus COVID-19?
Afortunadamente, nuestra empresa ya estaba organizada para poder realizar nuestras funciones en remoto al cien por cien. Por tanto, nuestra actividad de atención técnica y comercial a los clientes se está desarrollando de forma fluida, con la totalidad de empleados teletrabajando.
Por la seguridad de nuestros trabajadores y consumidores, tan solo se han limitado los servicios para los que se solicitaba presencia personal; pero incluso podemos efectuar las puestas en marcha en remoto. Nuestros productos están concebidos para ello, con mucha facilidad y seguridad. Y la seguridad cibernética forma parte del diseño.
Los suministros también se están realizando según los plazos habituales. En esto ha ayudado nuestra política de proveedores y la independencia de terceros en el diseño y fabricación de productos: los realizamos en nuestras propias plantas de Salzburgo (Austria) con componentes de proveedores europeos con los que tenemos políticas de largo recorrido. Algo que ha ayudado a priorizarnos para disponer del volumen mayor al habitual solicitado ya en febrero, en previsión de dificultades de desabastecimiento.
Para suplir la presencia personal comercial, hemos intensificado nuestra presencia online con seminarios semanales para acercar nuestras soluciones a los clientes y empleado herramientas de reunión remota.
¿Cuál cree que debe ser la principal lección aprendida de esta crisis sanitaria desde la perspectiva de su sector?
Se hace evidente la necesidad de desarrollar planes de contingencia y continuidad que contemplen amenazas epidemiológicas, y también planes para situaciones desconocidas. Se trata de tener una hoja de ruta que identifique los recursos críticos de las organizaciones y que prevea mecanismos para garantizar o maximizar su disponibilidad y dar continuidad a las operaciones, minimizando el impacto negativo.
En nuestro sector, en concreto, hemos visto un incremento de demanda de los productos de gestión remota y de operación ‘manos libres’. Incluso hemos apoyado ya a muchos de nuestros clientes con algunos de ellos.
En este sentido, nuestras soluciones de interfonía de taquilla permiten una comunicación perfecta entre personas separadas por cristales protectores, como en las recepciones de centros sanitarios.
Las estaciones de interfonía desinfectables, las específicas para entornos sanitarios o los táctiles de fácil y rápida limpieza se están empleando también con pacientes con COVID-19 para mantenerlos atendidos. Y a la vez minimizan el número de visitas del personal sanitario, pues cada una requiere de nuevos EPI, que son limitados y su cambio conlleva coste y tiempo.
Por otro lado, las soluciones de interfonía y gestión remota de accesos y servicios de ayuda permiten trasladar el centro de trabajo a los centros contingentes, a domicilios o a móviles, manteniendo la profesionalidad y la seguridad de la solución. Este ha sido el caso de operadores de parking que han cerrado sus centros de control y atendido a los clientes desde nuestro Intercom Client.
Pero también de gestores de edificios, que han podido realizar una gestión diferenciada para inquilinos esenciales, incluyendo el encendido de iluminación, calefacción etc., y múltiples empresas directamente o con sus proveedores de seguridad, permitiendo el acceso seguro de forma remota a empleados esenciales y a proveedores para entregar mercancía.
Finalmente cabe destacar la emisión de información en pantallas de dispositivos, más rápida de desplegar y sin necesidad de contratas instaladoras de carteles físicos que puedan cambiar rápido, etc.
En línea con el aumento de demanda de soluciones ‘manos libres’, aparte de las actuales, tenemos ya un nuevo desarrollo que verá la luz en 2021. Nuestra visión es permitir una operativa profesional completa por voz, y los primeros pilotos han sido muy prometedores.