Se acaba de cumplir un año de su ascenso como primera mujer que ocupa el cargo de inspectora en la Policía Foral de Navarra. ¿Qué supuso para usted y para el propio Cuerpo este nombramiento?
Desde el punto de vista personal, fue una gran responsabilidad y una satisfacción. Para la organización, considero que es muy positivo la incorporación de la mujer en puestos de dirección. Como en todos los ámbitos de la vida, la diversidad de género supone, sin duda, una ventaja cualitativa.
En este sentido, la Policía Foral está firmemente comprometida con promover un cambio cultural orientado a equilibrar la presencia de la mujer en todos los ámbitos de la organización y favorecer la diversidad. De hecho, así lo refleja su Plan Estratégico 2020-2023. Actualmente se está desarrollando un Plan de Igualdad dentro de la organización, que será aprobado en próximas fechas.
¿Qué le motivó en su día a ser policía y cómo ha sido su carrera en el Cuerpo desde entonces?
Ayudar y mejorar la vida a las personas que me rodean siempre ha sido una de mis prioridades, y tener la oportunidad de hacerlo a través de mi trabajo es muy gratificante. Siempre he tenido claro que quería ser policía.
Desde mi incorporación a la Policía Foral de Navarra en el año 2005 he prestado ser vicio en tres unidades con funciones diferentes en las que he disfrutado muchísimo de mi trabajo. Mi primer destino fue la División de Prevención y Atención Ciudadana. A los diez meses tuve la oportunidad de acceder a la División de Información, unidad en la que he permanecido 15 años, dedicada principalmente a la investigación del fenómeno de las bandas latinas en Navarra. Y desde hace algo más de un año, dirijo la Brigada Asistencial, unidad especializada en la investigación de los delitos contra la mujer.
Aunque la presencia de mujeres en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad es cada vez mayor, vemos en pleno siglo XXI que se siguen rompiendo este tipo de hitos. ¿Por qué cree que todavía no hay demasiadas mujeres con cargos de responsabilidad dentro de los cuerpos policiales?
Bajo mi punto de vista, el motivo es que hasta hace poco tiempo el porcentaje de mujeres policía era muy bajo. Afortunadamente, esta situación está cambiando y el número de mujeres que quieren ser policía está aumentando de forma importante en los últimos años. Son mujeres con gran talento, capacidad y motivación por desarrollarse profesionalmente como policías, que por sí mismas van a desempeñar funciones de dirección dentro de los cuerpos policiales.
No tengo ninguna duda de que, en pocos años, se va a equilibrar la presencia de hombres y mujeres en los puestos de responsabilidad en el ámbito de la seguridad, lo que considero muy positivo.
Desde su punto de vista, ¿cómo debe fomentarse la presencia de talento femenino dentro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad?
Creo que es necesario visibilizar la figura de la mujer policía, las distintas funciones policiales que se pueden desempeñar y las posibilidades de especialización y desarrollo profesional que ofrece la profesión de policía.
Usted es actualmente la jefa de la Brigada Asistencial de Pamplona. ¿Cuáles son los principales delitos a los que han de hacer frente?
La Brigada Asistencial es una unidad de Policía Judicial que se encarga de investigar delitos de violencia de género, violencia doméstica, delitos contra la libertad sexual y bullying.
¿Cómo trabaja la Brigada Asistencial de la Policía Foral de Navarra para prevenir y perseguir este tipo de delitos?
La atención a la víctima es nuestra prioridad. Se trata de delitos sufridos principalmente por mujeres y menores que han sufrido un proceso de victimización muy doloroso. En el momento que tenemos conocimiento de un hecho delictivo, nuestra prioridad es ofrecer a la víctima y a sus hijas e hijos una atención integral y especializada.
La intervención es diferente según el tipo de delito sufrido, pero en todos los casos la víctima necesita que se le escuche, se le comprenda y ayude. En los delitos sexuales, acompañamos a la víctima al centro hospitalario, se le ofrece la posibilidad de interponer denuncia y se realiza una investigación exhaustiva de los hechos. En casos de violencia de género, una vez que la víctima interpone la denuncia, se realiza una valoración policial de riesgo. A partir de ahí, se ofrece a cada víctima una protección efectiva y un seguimiento posterior. Esta misma intervención se realiza si no se interpone denuncia. Además, siempre que se considera que hay riesgo para ella, se le ofrece la protección policial necesaria.
«Desde la Brigada se imparten charlas y acciones formativas en materia de violencia de género, dirigidas a escolares, jóvenes y otros colectivos»
Las denuncias de delitos son parte fundamental del proceso, se prolongan por un tiempo de tres o cuatro horas y son recogidas por personal especializado. Asimismo, se informa y se asesora a la víctima sobre el proceso penal y los distintos recursos de apoyo y ayuda que conforman la red de atención integral a la mujer víctima de violencia y que favorecen su proceso de reparación.
Las investigaciones de los delitos sexuales son las más complicadas, pues requieren un trabajo muy diligente y son las que más se prolongan en el tiempo. En este tipo de investigaciones trabajamos de forma coordinada con otras unidades de policía judicial como son la Brigada de delitos contra las Personas y Delitos Informáticos para ofrecer un enfoque más especializado y un mejor esclarecimiento del hecho delictivo.
Para finalizar, y en concreto, ¿qué proyectos de la Brigada destacaría en lo que se refiere a la prevención de la violencia de género?
Nuestro objetivo es contribuir a la eliminación de la gran lacra social que su pone la violencia de género. Queremos coadyuvar desde la prevención y sensibilización, pilares fundamentales para su erradicación. Por ello, desde la Brigada se imparten charlas y acciones formativas en materia de violencia de género, violencia contra la mujer y coeducación dirigidas a escolares, jóvenes y otros colectivos de interés.
