Este año ha asumido la jefatura del SEPROSE. ¿Cuáles son sus primeras impresiones sobre el sector de la seguridad privada?
Creo que la seguridad privada es una gran desconocida, incluso para algunos profesionales de la profesión. Yo he estado durante mucho tiempo al mando de unidades operativas y ha sido poca la relación mantenida con este ámbito de la seguridad.
Muchas veces, reducimos la seguridad privada al vigilante, pero una de las cosas que más me ha sorprendido es la estructura que se mueve alrededor de esta actividad. Porque no solamente hablamos del vigilante o de compañías específicas, sino que también hay fabricantes, asociaciones, distribuidores… Podríamos decir directamente que es una industria.
La Ley de Seguridad Privada define dicha industria como un actor del Sistema de Seguridad Nacional, pero ¿cree que realmente se está aprovechando todo el potencial de este sector en ese sentido?
El hecho de que la seguridad privada esté dentro de la seguridad del Estado es algo lógico. Desde el momento en que la Constitución dice que la seguridad es competencia del Estado, la seguridad privada no puede ser ajena al control que ejerce el Estado. Es evidente que la seguridad pública no llega a todos los sitios, y por ello hay gente que ve la necesidad de autoprotegerse. Pero esto no es nuevo, viene ya del siglo XVIII, cuando aparecieron los escopeteros, que eran personas que contrataban los hacendados para guardar sus haciendas.
Yo, que procedo de unidades operativas como el mando de una comandancia, creo que no se está aprovechando el potencial de la seguridad privada lo suficiente. Siempre ha existido contacto, pero no al nivel que sería necesario. Por ejemplo, a lo largo de mi trayectoria he asistido a muchas juntas locales de seguridad para las fiestas locales o partidos de fútbol, donde se contrata mucha seguridad privada. En esas juntas está presente la Subdelegación del Gobierno, el Ayuntamiento y los representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, sea Guardia Civil o de Policía, pero no participan las empresas de seguridad privada. A nivel operativo, nos vendría muy bien que esta forme parte de ese dispositivo de seguridad. Lo cual no quiere decir que vayan por libre, pero sería interesante que estén en las reuniones para recibir directrices.
¿Qué objetivos se ha marcado como jefe del SEPROSE en aquellos ámbitos de la competencia de la Guardia Civil? ¿Supondrán estos objetivos llevar a cabo cambios internos en el propio SEPROSE?
Somos muy dados siempre a cambiar las cosas cuando llega alguien nuevo, pero si algo está bien, debemos mantenerlo. Lo único que vamos a intentar es mejorar lo que tenemos. Mi objetivo es que la Guardia Civil ocupe el espacio que le asigna la Ley de Seguridad Privada, porque, en ocasiones, quizás por desconocimiento o mala interpretación, se piensa que la seguridad privada no es asunto de la Guardia Civil.
Cuando habla de un error de interpretación de la norma se refiere a una cuestión territorial, de competencias…
Las competencias son totalmente territoriales, pero igual no hemos sabido interpretar la Ley de Seguridad Privada o no se ve claro que hay dos tipos de competencias: las del artículo 12, que habla de las competencias administrativas, y las del artículo 14, que habla de competencias operativas. La Ley de Seguridad Privada da las competencias administrativas al Cuerpo Nacional de Policía, al igual que la Guardia Civil tiene la competencia administrativa de los guardas rurales. Pero lo que haga una entidad de seguridad que está trabajando en una demarcación de la Guardia Civil está bajo nuestra competencia operativa, según el artículo 14 de la ley.
Es muy importante ver cómo el artículo 12 diferencia las competencias administrativas entre Cuerpo Nacional de Policía y de Guardia Civil y, sin embargo, el artículo 14 habla de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, según su competencia territorial; es decir, aquí ya no está hablando de un Cuerpo o de otro. Creo que el error, normalmente, está en leer solo el artículo 12 y ver la competencia administrativa y no la operativa que señala el artículo 14.
Lo mismo sucede con los guardas rurales. La Policía Nacional no solo es competente en el casco urbano, sino en el término municipal, donde también puede haber una zona rural. Es decir, aquellos guardas rurales que trabajen en términos municipales del Cuerpo Nacional de Policía, administrativamente dependerán de nosotros, pero operativamente de ellos.
¿Qué aspectos cree que deben mejorar en la relación de colaboración entre la Guardia Civil y la seguridad privada?
Creo que la colaboración a nivel de unidades no es suficiente. Por eso, vamos a intentar que esa comunicación sea más fluida con las entidades de seguridad privada de las diferentes zonas.
En el mundo rural, por el contrario, sí que tenemos mucho más contacto. Los guardas rurales nos llaman inmediatamente cuando ven algo raro, pero con el resto de casos no es tanta la colaboración.
El SEPROSE cuenta con los programas Coopera y Plus Ultra de colaboración con la seguridad privada. ¿Cómo quiere que avancen estos dos proyectos?
Nos interesa mucho dar visibilidad al Programa Coopera, porque hay mucha gente que aún no lo conoce. Tenemos que dar un salto y asomarnos a muchos escaparates, como es la Universidad, y estar en muchos foros para que la gente sepa qué es el Programa Coopera y nos conozca.
Con Plus Ultra nos sucede lo mismo. Hay mucha gente en el extranjero que desconoce que tiene la posibilidad de que le asistamos, siempre dentro de nuestras posibilidades. Muchas veces, el gran problema es que, a pesar de tener un buen producto, no lo hemos “vendido”.
¿Qué aspectos le llaman más la atención de la Ley de Seguridad Privada?
Yo destacaría la errónea interpretación que existe de los dos artículos que mencionaba antes sobre las competencias de cada Cuerpo de seguridad. La norma podría ser un poco más clara para evitar esas malas interpretaciones.
El sector lleva siete años esperando a la aprobación de un nuevo Reglamento de Seguridad Privada que permita aprovechar todas las potencialidades que otorga la Ley de Seguridad Privada. ¿Qué opina usted de este asunto?
La Ley de Seguridad Privada aclara que el reglamento actual seguirá en vigor siempre y cuando no contradiga la ley. Con lo cual, este precepto se está cumpliendo.
Pero, dicho esto, el reglamento tendrá que adaptarse y desarrollar algunos aspectos como es, por ejemplo, la actividad de los detectives privados. Creo que la función de los detectives privados es algo muy específico y genera debate acerca de si estos profesionales deben ser parte de la seguridad privada o tener una regulación propia.
En ese sentido, ustedes han impulsado la participación de los detectives privados en el Programa Coopera.
Están dentro de la Ley de Seguridad Privada y como tal se pueden acoger al Programa Coopera. Este programa es una ayuda para el sector y en el caso de los detectives vamos a intentar establecer unos protocolos para colaborar con ellos. Porque, muchas investigaciones en las que trabajan los detectives acaban en un delito y entonces tenemos que hacernos cargos de la investigación y de las diligencias judiciales; por eso es importante que haya una comunicación muy fluida.
Es también una manera de ayudarles en casos como, por ejemplo, la búsqueda de personas por parte de otras. Debe haber una conexión para que el detective pueda saber qué hay detrás del interés por parte de un cliente de buscar una persona.
Creo que si la seguridad privada es una gran desconocida para la gente, la labor de los detectives privados lo es más todavía.
¿Qué mensaje le gustaría trasladar al sector de la seguridad privada?
El mensaje es que el SEPROSE está para ayudarles y para ser una la conexión entre ellos y la Guardia Civil. Nosotros no vamos a solucionar sus problemas, pero sabemos quién puede ayudarles a hacerlo.
Por ello, vamos a intentar que la buena colaboración que existe a nivel directivo se potencie también a niveles provinciales; es decir, que la seguridad privada que trabaja a nivel provincial tenga a alguien que les ayude. Y si no podemos ayudarles, les pondremos en contacto con alguien que pueda.
Por tanto, nos ofrecernos a las empresas para que sepan que el SEPROSE es el canal para hablar con la Guardia Civil, y de esa manera no tengan que ir “llamando a la puerta” de todas nuestras Unidades.