Seguritecnia 336

Actualidad 56 SEGURITECNIA Diciembre 2007 fin de dar una visión diferente y aportar otro punto de vista, especialmente, sobre el EPC, el RFID y la identifi- cación de productos automáticamente. Según aportó, el RFID puede colaborar mucho en la reducción de la pérdida desconocida, principalmente en el transporte, en el control exhaustivo de entradas y sa- lidas. “Si queremos ir más allá, podemos poner un lec- tor dentro del camión que lea continuamente lo que está dentro del mismo. Si se deja de detectar una eti- queta es que salió del camión y si se combina esto con tecnologías o sistemas de GPS o GPRS, se puede saber qué producto, dónde y cuándo desapareció”. También hay soluciones que se basan en el RFID –ex- plicó- y que son precintos que cada vez que se abren se quedan registrados. Todo se basa en la captura de datos automática. Blanco declaró que la principal motivación de la en- trada del RFID y del EPC en los puntos de ventas es evi- tar la rotura de stock porque son pérdidas inmediatas y, además, esto reduce el origen de la pérdida desconocida y disminuye el hurto interno. Dependiendo del sector, en los de alto valor también se utiliza para enriquecer el momento de la compra con más información sobre la misma a través de una ima- gen de DVD o pantallas que leen los tag RFID y dan una visibilidad completa del producto. “Partiendo de la base de que nunca se va a acabar de- f initivamente con la pérdida desconocida ni con el hurto, estoy convencido de que el RFID ayudará a redu- cir la pérdida desconocida porque ya se pueden buscar soluciones analizando costes y beneficios, según cada empresa estime oportuno”, manifestó para concluir el responsable de Desarrollo de EPC. Fabricantes y comerciales antes la pérdida Este seminario de AECOC quiso contar con la colabora- ción de cuatro empresas para que opinaran en torno al in- teresante tema de ‘¿Cómo influye la pérdida desconocida en las relaciones comerciales entre fabricantes y comer- ciantes?’. Entre sus representantes, el director comercial de P&G, José María Marquiegui, afirmó que si el distribuidor no obtiene un determinado beneficio de un producto que compra a un fabricante, ya sea por la pérdida desconocida o por otra causa, se traduce en un conflicto comercial. Otro de los fabricantes, Manuel Torres , jefe de Ventas de Conservas Ortiz, opinó que la pérdida desconocida en las relaciones comerciales influye mucho en función de la postura que tome cada fabricante y cada distribuidor. Por parte de lo distribuidores, Itxaso Cuesta , jefe de Sección de Perfumería de Eroski, afirmó que “se trata de una negociación y de saber qué parte de la pérdida hay que imputar a cada referencia y tomar como un coste extra de este producto y valorar dónde está ese límite que nos po- demos permitir de no vender ciertos productos porque no nos compensa y el resto de la tienda no tiene porqué auto- financiar a estas marcas”. Junto a ella, José Antonio Domingo , director de Ventas de Grupo El Árbol, defendió que “somos el detector de la pérdida desconocida casi en su totalidad, ya que hablamos de inventarios de tiendas y almacenes. El problema no está con la pérdida desconocida ni con los fabricantes, sino con la rentabilidad esperada de cada una de las referencias que comercializamos”. Respecto al grado de implicación de las áreas comercia- les en la solución de la pérdida desconocida, los ponentes

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