Seguritecnia 338

122 SEGURITECNIA Febrero 2008 DE SICUR A SICUR munidad Europea, gobiernos y ministerios competentes, para que las normas que nos afectan a todos entren en vigor en todos los países y se cumplan por igual. Nuestra tecnología está avanzada y cumpliendo con la mayoría de normas, pero a partir de 2010 habrá que cum- plir con otras, que debemos exigir sean de cumplimiento general para todos los países integrados en la CEE. No obstante, estas innovaciones que nos van a im- plantar no deben impedir, ni distorsionar, nuestra fi- losofía de trabajo: que nuestros clientes disfruten de la mejor calidad y servicio, al menor coste, y los empre- sarios nos debemos concienciar de que las discordias y dispersiones sólo conducen al deterioro y destrucción de las empresas. Reitero mi criterio de que la esencia como Asociación de Entidades de Seguridad está en un acuerdo completo de entre las voluntades, iniciativas y opiniones de todos sus asociados, pues, como dijo Jenofonte, “sin concordia no puede existir ni un estado bien gobernado, ni una casa bien administrada”. Como presidente de AES me gustaría que esta con- signa fuera la que imperara en nuestras relaciones mu- tuas. No frenemos el progreso, pero tampoco adolezca- mos de la falta de voluntad y dedicación que significa- rían un retroceso para nuestro sector. Con esa clara voluntad de unir y defender a todas las entidades asociadas, AES estará presente una vez más en SICUR. El director de seguridad tiene como función principal la gestión de amenazas, vulnerabilidades y riesgos que afec- tan a su organización. La suma de circunstancias agresi- vas de origen diverso proporciona a cada situación una complejidad propia, por lo que una gestión eficiente de la autoprotección huye de moldes y prejuicios, comen- zando por la identificación de cada uno de los elemen- tos que componen la amenaza concreta, el análisis de los puntos débiles del sistema de autoprotección, y la determinación de medidas adecuadas para mitigar sus consecuencias. No es responsable asumir que un nivel adecuado en la seguridad propia se debe sólo a la gestión interna. Numerosos elementos externos condicionan las ame- nazas latentes, las circunstancias ajenas que nos hacen vulnerables y, finalmente, los riesgos frente a los que debemos protegernos..., no siempre solos. Esa es otra gran responsabilidad del gestor de seguridad: el conoci- miento más completo de su entorno y la identificación plena con él. En ese escenario, la profesionalización de la figura del director de seguridad -como un miembro más del equipo de gestores- invita a mirar mucho más allá del problema interno. Obliga a mantener una atención per- manente sobre los problemas del entorno -no se puede entender la seguridad propia en términos de trinchera, extendiendo las áreas de interés a todo aquello que pueda implicar un daño para nuestro objeto de protec- ción más inmediato. La formación continua, el estudio de nuevas ame- nazas, riesgos y contramedidas, y el intercambio de experiencias con otros profesionales no sólo enri- quece el currículo del responsable de seguridad: con- tribuye, de manera sobresaliente, a la consecución de niveles óptimos de protección para la organización, y para el entorno más inmediato en que ésta desarro- lla su actividad... Y, finalmente, para el conjunto de la sociedad. Para satisfacer la necesidad de conocer mejor los re- tos a que nos enfrentamos, y las soluciones novedo- sas que ofrece el mercado internacional, es importante aprovechar oportunidades como la que brinda esta nueva edición de SICUR. Pero, tal vez, para el direc- tor de seguridad resultará más importante esta nueva ocasión para intercambiar ideas, experiencias y cono- cimientos con otros profesionales que afrontan pro- Perspectiva integral Presidente de ASIS-ESPAÑA Eugenio Morales Díaz

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