Seguritecnia 349
Artículo Técnico 26 SEGURITECNIA Febrero 2009 Situación del detector: Los tres emplazamientos posibles para los detectores son: techo, pasillo técnico u otras áreas templadas. Normal- mente en la parte alta o sobre la cámara frigorífica; es un espacio templado, separado del ambiente refrigerado del interior del frigorífico, normalmente bien ventilado con aire directamente del exterior. Existen varias técnicas de instalación posibles para cada detector, con o sin caja estanca, pero se recomienda no usar sistemas de calefacción para templar el aire mues- treado, dado que ello obliga a supervisar su funciona- miento y su alimentación, es preferible instalar un tramo lo suficientemente largo para permitir que el aire frío se temple antes de entrar en el detector. Antecámaras: Son espacios cuya temperatura puede variar entre -5 y +10 ºC, dependiendo del tipo de construcción, refrigeración, uso y época del año. En el caso de poner el detector en este espacio, deberá estar protegido contra la baja temperatura y la posible in- cidencia de agua a chorro, dado que estos ambientes de- ben ser baldeados con agua y productos de limpieza y con frecuencia el baldeo debe incluir paredes y techos. En el caso de los detectores secos, una simple caja IP 65 puede ser suficiente. En el caso de los detectores húmedos, además de un nivel IP 65 o superior, la caja debe estar cale- factada para que en ningún caso la temperatura llegue a ba- jar de los 0 grados en el interior de la caja. Dado que el fa- llo de esta calefacción puede afectar la calidad de la detec- ción (al congelar el agua de la cámara de humectación), el procedimiento de calentamiento debe estar supervisado, así como su alimentación, para asegurar su funcionamiento e identificación de la avería en la central de detección. Interior de la cámara frigorífica: No se recomienda, ya que la instalación de cualquier de- tector requeriría el uso de una caja especialmente acondi- cionada y supervisada, dado que ningún detector, que yo conozca, declara en su ficha técnica que es apto para su instalación en temperaturas tan bajas, que podrían llegar en determinados casos hasta los -40 ºC que es la tempera- tura a la que soplan las enfriadoras. En cualquiera de los casos: Antes de entrar en el detector, la instalación de mues- treo debe pasar por algún tipo de sifón, en el que deberá quedar atrapado el exceso de humedad, cuando ocasio- nalmente el aire muestreado condense humedad o se fun- biente que nos ocupa, suponiendo que en cualquier caso, ambos disponen del marcado CE incluyendo las aproba- ciones pertinentes según la norma EN-54 parte 20 que será de obligado cumplimiento a partir de junio de 2009. Detectores Esta diferenciación no es peregrina, dado que el uso de agua en instalaciones directamente relacionadas con el frío y con la humedad tiene que marcar alguna diferencia, sólo aplicando mi propio sentido común. Todos los demás detectores, que no precisan de agua para su correcto funcionamiento, deberían tener, de nuevo desde mi perspectiva, un comportamiento y requerimien- tos de diseño de la instalación similares. El diseño y distribución de las tuberías y puntos de muestreo dentro de la cámara frigorífica, la vamos a con- siderar válida en cualquier caso, dado que cada fabri- cante deberá proveer a los diseñadores de la instalación con los medios y las instrucciones apropiadas para dise- ñar una instalación correcta desde el punto de vista de la detección del humo, y entiendo que dado que la normativa ahora obliga a ello, no me parece necesario extenderme en estos aspectos. Sí quiero, sin embargo, recalcar que es necesario el uso de planos de detección en altura, al menos cada 10 metros (aunque las recomendaciones en general sean más exi- gentes, llegando incluso a establecer el límite en los 6 me- tros de altura, según Cepreven, o los 8 que yo personal- mente recomiendo) para garantizar la detección el 100 % del tiempo de vida del frigorífico.
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